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Tres guías de los años 2000


Tres guías han contribuido a reclamar el derecho a decidir de Euskal Herria, cada uno en componentes esenciales de nuestra identidad que la vida mundializada hace variable. La existencia recompone la esencia y nada puede ya obrar en el sentido inverso. Sartre tiene razón.

Nos ejemplarizan Jakes Abeberry en el terreno político, Mixel Berhocoirigoin en la defensa del mundo rural y Jean Louis Davant en la conservación y enriquecimiento de nuestro tesoro cultural, el euskera, defendido por los que lo hablan como por los que no. Se trata de acciones desarrolladas en una senda rodeada por lo social que necesita, en atmósfera hostil, revestirse con hábito de tradición que procura la impresión que vivimos en diáspora inmaterial permanente.

¿Utopía? Un colectivo sin utopía acaba ofreciéndose como morroi a la supremacía del momento; la utopía realizable consiste en adaptarse a lo que parecía imposible sin dar un paso atrás. Un territorio sin utopía queda sometido a la jerarquía política superior.

La revitalización identitaria de Iparralde, ¿es debida al azar? Sea, pero el azar no es arbitrario, el conocimiento lo hace retroceder a la evidente realidad.

Gracias a Berhoco los agricultores disponen de una cámara agraria vasca (Laborantza Ganbara) sin Bearn. Gracias a voluntades firmes, Xuberoa salió de la Cámara de Comercio de Bearn para integrarse en lo que parecía una utopía, su Cámara de Comercio natal, la de Baiona, desde entonces Camara de Comercio e Industria de Bayonne Pays Basque, creando así el primer órgano civil oficial de Iparralde.

Hoy, una nueva «forma de relación» surge en Iparralde, la de grupos políticos dentro de la mancomunidad Pays Basque. Deseemos que esa iniciativa se desarrolle sin recurrir a armas demoledoras de fabricación casera: el odio y la mentira.

Los tres guías continuarán inspirándonos en la lucha de nuestra generación, la que generará la ambición de nuestros hijos. Estos tres guías nos han movilizado en nuestra opción, entre diferentes formas de tenacidad, la de ganar. Sus mensajes no necesitan de disparates intempestivos en el momento de campañas electorales que acaban, después de las elecciones, desordenadamente dispuestos en baldas empolvadas de museos de ideas. Los buenos resultados electorales en Iparralde ya están siendo recuperados por especialistas de la rapiña política. Algunos pretendidos periodistas (yo tampoco lo soy) parecen no haber comprendido que las prensas militantes están destinadas más a convencer los que no lo están que a satisfacer los que ya lo son. Se trata, y peor todavía, a darse placer con tratamientos reiterativos del mismo tema tratado con rigor «sui generis». Se trata de onanismos que por definición son estériles. No hay que hacer huir los que han emprendido la ruta hacia nuestras ideas. Dicho sea de paso, me parece admirable la actitud de EH Bildu en el Parlamento español, circo romano de presentación de una amplia variedad del mundo animal.

EH Bildu en Madrid demuestra que el objetivo del poder es beneficiar a nuestro territorio y no de acceder al poder por el poder. Hegoalde sigue sufriendo de un tardofranquismo, decadencia cultural en castellano, cada vez más amenazante.

Antonio Álvarez-Solís, maestro de periodistas y brillante defensor de nuestra identidad, por su gran experiencia, ya destacaba el riesgo que suponía que un periodista, o pretendido, disfrutase con la exposición de improperios que ponen en duda su honestidad profesional, confundiendo lo que un verdadero periodista no haría, un país con su gobierno. Antonio me llamaba la atención sugiriéndome analizar la verdadera razón de una exposición obsesiva artículo tras artículo.

Nuestro territorio, suelo más identidad, no debe limitarse a suelo. Todo lo vivido en un territorio comprende lo que sencillamente comprende la palabra identidad, es decir, la cultura, que en nuestro caso no solo es nuestra lengua, sino que debería de ser nuestra concepción de convivencia. Ecología es cultura, respeto es cultura, curiosidad es cultura, solidaridad es cultura.

Abeberry estuvo de cuerpo presente el pasado 5 de diciembre en el homenaje que se le rindió delante de la iglesia Sainte Eugenie de Biarritz, en presencia de una multitud de individuos respetuosos de su obra, junto a personas de sensibilidad política diferente, de distintas generaciones. Los mensajes eran claros, de peatón a peatón, kidetik kidera. Era evidente que «la libertad tiene una exigencia, liberarse».

Por ahora, nuestra fuerza real viene de Nafarroa y de Iparralde interior, y de aquellos compañeros de Hegoalde que saben negociar sin entregarse y «buscan el poder para devolvérselo al pueblo».

Euskal Herria tendrá que resolver los problemas que contrarresten la utilización hábil del lenguaje que deforma totalmente intenciones y promesas. ¿Qué es autonomía sin derecho a decidir?

Me gustaría saber qué quiere decir «autonomía política» en un ambiente irrespirable revelado cada día en un Parlamento elegido por el Pueblo y en el que individuos sin legitimidad popular impiden actuar a los verdaderos representantes del pueblo.

Desde el punto de vista social, nuestra futura euskal errepublika tendrá que mejorar lo poco adquirido y resolver de manera radical lo que queda por adquirir en el derecho de la mujer, por ejemplo. En otro dominio tendrá que reconfigurar su concepto de territorio dando al suelo urbano, en general desertado, la condición que merece. Estas sugerencias no son limitativas.

Berhoco nos recordaba: «Ez nago ados hiria landaren okupatzailea den ideiarekin. Landa funtsa eta jabea izango balitz bezala. Lurraldea pertsonak dira, landako edo hiriko esparruan egon, eta uste dut fokua lurralde/funtzionaltasun loturan jarri behar genukeela, gakoa da. Pertsonak nola eragiten duen lurraldean eta lurraldearen gainean».

Una hectárea rural transformada en hectárea urbana corresponde a la pérdida de una «hectárea» de cultura auténtica.