Un equipo que compite cada vez mejor a pesar de las múltiples bajas

El empate del domingo de la Real en el Santiago Bernabéu simbolizó lo que ha sido su primera vuelta, al competir en todos los partidos desde el minuto 1 al 90 a pesar de las muchas bajas que ha sufrido en todas las jornadas. Eso da un mayor valor a la segunda mejor puntuación en una primera vuelta de toda la historia de la Real, con 39 puntos, solo superada por los 43 de la temporada 2002-03.

La Real despidió el domingo en el Santiago Bernabéu una primera vuelta sobresaliente con doce victorias, tres empates y cuatro derrotas en la tercera posición, solo superada por el Barcelona y el Real Madrid, tras demostrar que compite cada vez mejor sin importar los jugadores que alinea Imanol en cada partido.

En los primeros meses de la temporada se basó en un equipo muy definido con Remiro; Aritz, Zubeldia, Le Normand, Rico; Zubimendi, Merino, Brais, Silva; Sorloth y Kubo, que consiguió el paso a octavos en la Europa League tras ganar al Manchester United en Old Trafford y colocarse en la zona alta de la Liga. Pero la plantilla y el Sanse se han reivindicado en los últimos seis partidos, con cinco victorias y un empate con sabor a triunfo en el Bernabéu con muchas e importantes bajas para cerrar la primera vuelta con una firme candidatura a entrar en la Champions.

UN GOL EN CINCO PARTIDOS

La Real se ha basado en el trabajo defensivo que ha permitido a Remiro, el único jugador que ha disputado todos los minutos de la primera vuelta, despedir diez de los 19 partidos sin encajar gol, con uno solo recibido, el de Sanzet ante el Athletic, en los cinco de Liga jugados después del parón del Mundial.

Mantener la portería a cero ha permitido rentabilizar los goles de manera diferente al año pasado. La Real ha marcado 19 de sus 28 tantos en las primeras partes, en las que presiona en campo rival hasta que llegan las energías y eso le ha servido para adelantarse en los partidos y hacer valer esa ventaja tras el descanso a pesar de bajar físicamente por la imposibilidad de mantener la misma intensidad con dos encuentros a la semana durante los noventa minutos siempre.

Lo que sí ha mantenido es la concentración, con muy pocos errores en defensa. Eso le ha permitido ser un equipo muy fiable con el marcador a favor. Solo el Valencia en Anoeta consiguió empatar un partido en el que la Real se puso por delante. En los otros doce los de Imanol consiguieron la victoria, en siete de los ocho primeros por la mínima y en los cuatro últimos, gracias a la racha de Alexander Sorloth, por dos goles de diferencia con una mayor tranquilidad.

MEJORÍA EN ATAQUE

La Real ha mejorado en ataque a pesar, o gracias, al traspaso de Isak al Newcastle, que ha aprovechado el noruego para dar un gran nivel al encontrarse cómodo en el 4-4-2 y tener la confianza que le faltaba de cara a portería. Cierra la primera vuelta con ocho goles cuando entre él y el sueco marcaron nueve en toda la temporada pasada.

Brais Méndez también ha aportado otros siete tantos en Liga, Kubo tres y Zubeldia, Zubimendi, Silva, Merino, Illarra, Barrenetxea, Oyarzabal, Isak y Sadiq han sumado uno para llegar a la cifra de 28 goles que solo han superado en la primera vuelta Barcelona y Real Madrid para corregir la falta de gol de la pasada temporada, en la que la Real marcó 40.

Esa mejoría ofensiva es consecuencia del trabajo defensivo, con muchos tantos logrados tras recuperar el balón en el campo rival, y de las jugadas de estrategia, en las que ha sido muy importante la aportación de Brais Méndez, con unos primeros meses espectaculares, al sumar tres asistencias a sus siete goles.

30 JUGADORES UTILIZADOS

El aspecto negativo de la primera vuelta han sido las lesiones, que han obligado a Imanol a utilizar a 30 jugadores, 25 del primer equipo -todos menos el portero suplente Andoni Zubiaurre- y los jóvenes del filial Jon Karrikaburu, cedido al Leganés, Ander Martín, Jon Ander Olasagasti, Jon Magunazelaia y Pablo Marín, que a sus 19 años ha tenido mucho protagonismo en las últimas jornadas.

La Real entra en febrero en una fase de un partido a la semana que le ayudará a competir con las diez bajas que tiene ahora. El objetivo es ser capaz de mantener la misma regularidad que en la primera vuelta sin acusar bajones como en temporadas anteriores por las lesiones y el desgaste físico que provocan la forma de jugar competitiva de Imanol.