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GUERRA EN UCRANIA

Armas nucleares tácticas y misiles rusos versus tanques occidentales

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado un acuerdo con Bielorrusia para el despliegue de bombas nucleares tácticas en territorio bielorruso, en respuesta al anuncio británico de que entregará munición con uranio empobrecido al Ejército ucraniano. Y mientras comienzan a llegar a Ucrania los primeros tanques occidentales, Rusia ha probado misiles de crucero Moskit en el mar de Japón.

(AFP)

Moscú ha anunciado el despliegue en Bielorrusia de armas nucleares tácticas.¿Qué armas son? La munición con uranio empobrecido se utiliza principalmente para traspasar el blindaje de vehículos militares como carros de combate o de transporte de tropas y también son útiles contra el casco de buques de guerra.

Se trata de bombas de entre uno y 50 kilotones instaladas en proyectiles con un alcance de hasta 500 kilómetros.

La bomba lanzada desde un bombardero por EEUU sobre Hiroshima en 1945 era de quince kilotones. Las armas nucleares tácticas pueden ser lanzadas, en el caso de Rusia, desde buques, aviones e incluso por fuerzas de tierra.

Son mucho más destructivas que una cabeza convencional, aunque tengan la misma energía explosiva y provocan una contaminación por radiación que afecta al aire, suelo, agua y a la cadena alimentaria.

Este tipo de armas no se han incluido en ningún acuerdo de control de armas nucleares y las de alcance medio solo estaban en el tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Medio, vigente entre 1987 y 2018.

CAPACIDAD DE DISUASIÓN

Las armas nucleares estratégicas, en cambio, tienen la capacidad de disuasión y destrucción mutua asegurada que dominó la Guerra Fría. EEUU y Rusia han reducido su arsenal de estas armas de 19.000 y 35.000 a 3.700 y 4.480, respectivamente, hasta enero de 2022.

«Los ataques nucleares a gran escala están considerados como inviables. Las armas nucleares estratégicas están perdiendo su valor de disuasión en una guerra entre potencias nucleares. Es más probable el uso de armas nucleares tácticas, en teoría, por lo que su posesión reforzaría la disuasión», destaca Nina Srinivasan Rathbun, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad de California.

Pese a su mayor potencia, la utilidad militar de las armas nucleares tácticas es cuestionable, ya que las bombas con explosivos convencionales son cada vez más potentes, hasta el punto de que EEUU ha reducido su número. La mayoría de su arsenal de 150 bombas nucleares de gravedad B61 se encuentra en Europa.

El Estado francés y Gran Bretaña han eliminado completamente sus arsenales tácticos, aunque Pakistán, China, India, Corea del Norte e Israel sí tienen bombas de este tipo.

EEUU ha concluido que sería necesario detonar una bomba nuclear táctica de un kilotón a menos de 90 metros de un carro de combate para causar daños graves. Una bomba nuclear táctica paquistaní de cinco kilotones utilizada contra un regimiento de carros de combate indios podría destruir unos trece carros.

Rusia tiene unas 2.000 bombas nucleares tácticas con un papel importante en su estrategia nuclear, principalmente debido a su menor capacidad y retraso tecnológico en armamento convencional.

Están preparadas para su uso en misiles aire-tierra, misiles de corto alcance, bombas de gravedad y cargas de profundidad transportadas por bombarderos tácticos de medio alcance o por torpedos antibuque o antisubmarino.

En los últimos años, Rusia ha desarrollado misiles de doble uso convencional y nuclear, lo que ha provocado preocupación en Washington, ya que no se sabe hasta el último momento qué tipo de cabeza explosiva porta. En particular, ha ampliado la fabricación de los misiles Iskander-M, que ya se han usado contra objetivos en Ucrania, siempre con explosivos no nucleares.

Sin embargo, el uso de armas nucleares rusas en Ucrania no parece muy lógico. «Creo que no lograría ningún objetivo militar. Contaminaría el territorio que Rusia considera parte de su imperio histórico y afectaría al propio territorio ruso. Incrementaría las posibilidades de una intervención directa de la OTAN y destruiría la imagen de Rusia en el mundo», ha remachado Nina Srinivasan Rathbun.

Por ello, su despliegue en Bielorrusia tiene más que ver con la Bomba del Zar, bomba de hidrógeno desarrollada por la Unión Soviética y detonada en el mar de Barents. Tenía más de 50 megatones de potencia y su tamaño la hacía poco útil a nivel bélico, pero cumplió su función a nivel propagandístico.

MISILES DE CRUCERO Y TANQUES.

El anuncio del despliegue, que Minsk ha justificado por «las amenazas de la OTAN» y del que EEUU aseguró no tener aún constancia, fue seguido ayer con el lanzamiento de dos misiles de crucero antibuque 'Moskit en el golfo de Pedro el Grande, en el mar de Japón.

Los analistas occidentales interpretan estos movimientos como una manera de Rusia de sacar pecho ante la lentitud de su ofensiva en el Donbass, concretamente en torno a Bajmut y Avdiivka (Donetsk).

Y coinciden con la llegada a Ucrania de los primeros tanques alemanes (Leopard), británicos (Challenger) y carros de combate estadounidenses (Stryker y Cougar) y alemanes (Marder). Todo ello mientras la «inteligencia» militar británica asegura que Rusia habría perdido muchos blindados y tanques en su ofensiva.