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LIGA F

Real y Alavés disfrutan con dos triunfos muy anhelados

Con su victoria ante un rival directo, las albiazules se colocan a dos puntos de la 14ª plaza, mientras las donostiarras ascienden a la octava posición.

Sanadri celebra el gol del triunfo con sus compañeras. (LALIGA)

Jornada de pleno, algo lamentablemente inhabitual, para el fútbol vasco. Si el viernes el Athletic aseguraba la permanencia de forma virtual imponiéndose al Alhama, ayer fueron Real y Alavés los que se reencontraron con el triunfo. Muy anhelado en ambos casos pero especialmente bienvenido por las albiazules, que se juegan la vida en esta recta final de la temporada.

Cuatro partidos ya solo por delante para los que vuelven a echar mano de la calculadora, gracias a una victoria que les evitó la sentencia prematura. Sobreponiéndose al duro golpe de Lezama, el Alavés solventó su segundo match-ball imponiéndose al Levante Las Planas. Sigue en la última plaza pero alcanza al Alhama y se coloca a solo dos puntos de la 14ª, precisamente en manos del equipo catalán, con el que iguala el golaverage particular y se sitúa a apenas un gol en el general. Y a eso hay que añadirle el impulso que recibe a nivel anímico el equipo por el triunfo, sus consecuencias y también por el buen trabajo defensivo que realizó, una laguna que ha lastrado su rendimiento durante toda la temporada; el deayer gue, de hecho, el segundo partido en todo el curso que acaba con su portería inmaculada.

Empezó bien el Alavés y aunque a ratos el Las Planas metía miedo con su tridente ofensivo, la balanza estuvo casi todo el primer tiempo inclinada hacia las locales. El premio llegaba a tres minutos al descanso cuando Gema envió un balón en profundidad para Ane Miren, un incordio considerable ayer para la zaga rival, cuyo centro fusiló Sanadri en el segundo palo.

Le tocó reaccionar al cuadro visitante en la segunda parte. Pero consciente de ello y del daño posiblemente irreparable, en lo tangible y en lo anímico, que le podía causar perder su ventaja, el cuadro babazorro redobló esfuerzos defensivos. No evitó que su rival llegara al área pero sí que hiciera demasiado daño. Las dos ocasiones más claras, de hecho, las tuvo el propio Alavés en la recta final con dos contras que Armengol y Lice no pudieron aprovechar.

GOLEADA MERECIDA

Le costó hacerlo a la Real, que necesitó un empujoncito para destensionarse y celebrar la victoria que merecía. Se lo dieron entre Enith y Fiamma, con un gol en propia puerta que liberó de presión a las donostiarras y que acabaron goleando.

Las ocasiones ya habían sido numerosísimas en la primera parte pero entre Enith, su zaga y el desacierto rematador evitaron que el marcador se moviera ante un Valencia que apenas asustó con un duro chut de Marta Carro que Nanclares envió a córner junto al larguero.

La frustración no cundió en las blanquiazules, que siguieron insistiendo tras el descanso. Fiamma les echó una mano en un córner y su equipo ya no pudo evitar la goleada de una Real superior.