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GIRO 2023

Tre Cime di Lavaredo, testigo de un gran Buitrago y de la parálisis de los líderes

El colombiano de Bahrain le tomó el testigo a Lucho Herrera, ganador en esta misma meta en el Giro de 1989, al imponerse en la fuga del día. Roglic le restó tres segundos a Geraint Thomas en un día en el que nadie se movió hasta el kilómetro y medio final.

Santiago Buitrago, el más fuerte y el más listo en Tre Cime di Lavaredo. (Luca BETTINI | AFP)

Tendrá que decidirse todo en la cronoescalada de hoy en Monte Lussari, una suerte de cortafuegos convertido en puerto de montaña, después de que ayer los favoritos a ganar este Giro 2023 jugaran a la guerra de nervios y amagos en la ascensión a Tre Cime de Lavaredo, sin hacer siquiera ademán de encender ningún fuego, pese a tener en el camino un paso como el Giau, terreno más que suficiente como para darle calor a la antepenúltima etapa de la corsa rosa.

El único movimiento significativo, obra de Primoz Roglic, llegó a falta de kilómetro y medio para el final. Fruto del movimiento del esloveno, Joao Almeida volvió a ceder algo de tiempo, mientras que en un final algo abracadabrante, Geraint Thomas pasó, en los 200 metros finales de la prueba, a descolgar a Roglic para terminar siendo él el descolgado, cediendo la friolera de tres segundos en la meta.

Así las cosas, el colombiano de Bahrain Santiago Buitrago se convirtió en el ganador de la etapa reina del Giro 2023, mostrándose como el más fuerte y sobre todo el más astuto de una fuga multitudinaria, en la que el joven canadiense Derek Gee (Israel) conquistó su quinta segunda plaza de esta ronda italiana, viéndose superado por el citado Buitrago en ese kilómetro y medio final tan terrorífico, luego de que el ciclista sudamericano le dejara hacer a lo largo de la ascensión definitiva.

«He querido mantenerlo en referencia visual siempre, después de que se haya destacado como el rival más fuerte de la escapada. La idea era no perderlo de vista y que fuera madurando, hasta que en el kilómetro y medio final he decidido darlo todo. Ha costado mucho, pero ha resultado», indicaba el ciclista bogotano en la línea de meta. Buitrago sucedió a Vincenzo Nibali en el palmarés de ganadores en Tre Cime di Lavaredo, y a Lucho Herrera, ganador en esta misma cima en 1989.

AMENAZA SIN EJECUCIÓN

Ineos controló la etapa como quiso. Poco importaron los 183 kilómetros entre Longarone y la meta de Tre Cime di Lavaredo. Se esperaba mucho de lo que pudiera suceder, pero a efectos clasificatorios, más allá de que el veterano Damiano Caruso le ha vuelto a arrebatar la cuarta plaza a Edward Dunbar, poco sucedió. Se confirmó que Almeida está un punto por debajo de Roglic y Thomas y que entre estos dos, cualquiera de ellos puede alzarse con la maglia rosa. Para este viaje no hacían falta alforjas, vaya.

Una enorme fuga tuvo el premio de disputarse la carrera. El bueno de Derek Gee, uno de esos «enfadados con el pelotón» que lleva medio Giro escapado, junto con Carlos Verona (Movistar), Magnus Cort Nielsen (Education First), Michael Hepburn (Jayco), el vencedor Santiago Buitrago (Bahrain), Patrick Konrad (UAE) Nicolas Prodhomme y Larry Warbasse (AG2R) y Davide Gabburo (Bardiani) dispusieron de más de seis minutos de renta sobre un gran grupo que superó Giau con 40 unidades en su seno.

Buitrago se erigió como el escapado más fuerte, y también el más listo. Dejó hacer a Derek Gee cuando este arrancó, una vez mellada la fuga. Supo desgastar al joven canadiense, y cuando vio que el norteamericano iba con lo puesto, pasó al ataque, con un éxito inapelable.

Por detrás, Roglic se movió a falta de kilómetro y medio del final, haciendo perder 20 segundos más a Almeida, y tres segundos a Geraint Thomas, a falta de que en Monte Lussari se decida el Giro.