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El Tribunal Electoral inhabilita a Bolsonaro durante ocho años

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha quedado inhabilitado para ejercer sus derechos políticos durante ocho años por abuso de poder, según la decisión del Tribunal Supremo Electoral, que estima que sus «mentiras fraudulentas» trataban de subvertir la democracia.

Jair Bolsonaro mira su teléfono. (Douglas MAGNO | AFP)

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro no podrá concurrir a cargos electivos ni ejercer puestos en la Administración pública durante un plazo de ocho años, contados a partir de octubre de 2022, cuando se celebraron las elecciones que ganó Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro fue despojado ayer de sus derechos políticos por el Tribunal Superior Electoral (TSE), que le declaró culpable de abusos de poder durante la campaña electoral.

La decisión fue adoptada por cinco votos frente a dos de los miembros del tribunal. El último voto fue el del juez Alexandre de Moraes, que estimó que la sentencia es una respuesta al «degradante populismo nacido en los discursos de odio y antidemocráticos, que propagan una asquerosa desinformación» no solo en Brasil, sino en todo el mundo, con el «único objetivo de engañar» a los electores.

El relator del proceso, Benedito Gonçalves, basó su criterio de culpabilidad en una reunión que Bolsonaro convocó con medio centenar de embajadores en la residencia oficial de la Presidencia, el 18 de julio de 2022. Allí descalificó el sistema electoral, cuyos «fallos» quería corregir con la participación de las fuerzas armadas, y cuestionó la imparcialidad del Poder Judicial.

La sentencia señala que este hecho configuró un «abuso de poder político, conductas vedadas y desorden informativo» y también un «uso indebido de predios públicos y medios de comunicación», pues Bolsonaro ordenó que el evento se difundiera por la televisión pública y redes sociales.

La mayoría de los jueces enmarcó esa reunión en una «sistemática campaña de desinformación» que Bolsonaro mantuvo contra la Justicia electoral y todas las instituciones del país. «No eran opiniones personales», señaló De Moraes, sino «mentiras permanentes y fraudulentas» que apuntaban a «subvertir y pervertir» el proceso electoral y la propia democracia.

«No he cometido ningún delito al reunirme con embajadores», afirmó el jueves Bolsonaro, que juzgó la sentencia «una puñalada por la espalda». Su defensa apelará ante la Corte Suprema.

Aún tiene pendientes quince procesos ante el Tribunal Electoral, y otros cinco ante la Corte Suprema en los que se puede enfrentar a la cárcel.