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La Corte Suprema de EEUU saca el rodillo para acabar con las políticas progresistas

En unos fallos esperados de 6-3, siguiendo las adscripciones ideológicas de sus miembros y la visión conservadora frente a la liberal en materia de igualdad, la Corte Suprema ha prohibido que las universidades usen el origen étnico en las admisiones y ha bloqueado el plan del presidente Biden para perdonar la deuda de préstamos estudiantiles.

Partidarios y contrarios al «Affirmative action» se manifiestan en el Capitol Hill de Washington DC. (Anna MONEYMAKER | AFP)

La Corte Suprema de EEUU ha acabado con la discriminación positiva por orígenes étnicos en las universidades, al opinar que Harvard y la Universidad de Carolina del Norte, dos de las instituciones más longevas del país, violaron la decimocuarta enmienda de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley, al utilizar la raza como un factor en el proceso de admisiones.

La sentencia fue escrita por el presidente del alto tribunal, el juez John Roberts, y apoyada por los cinco magistrados conservadores, los tres jueces progresistas se opusieron. En la misma puede leerse que «muchas universidades han concluido, erróneamente, que la piedra angular de la identidad de un individuo no son los desafíos superados, las habilidades construidas o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel. Nuestra historia constitucional no tolera esa decisión».

Igualdad, dos visiones

En los votos contrarios, la jueza progresista Sonia Sotomayor, escribió que el fallo «revierte décadas de precedentes y de importante progreso» y que «la igualdad de oportunidades en la educación es un requisito previo para conseguir la igualdad racial en nuestra nación». La jueza afroamericana Ketanji Brown Jackson afirmó que «considerar que la raza es irrelevante en la ley no hace que sea así en la vida».

Biden hizo un llamamiento a que las universidades sigan garantizando la diversidad racial entre sus alumnos y reivindicó que la diversidad es «una de las mayores fortalezas de EEUU» y que la Corte Suprema no puede acabar con la idea de que todos los ciudadanos deben tener «oportunidades y no quedarse atrás».

El expresidente Donald Trump, favorito en las primarias republicanas para 2024, consideró que el fallo recompensará a «las personas con habilidades extraordinarias», recuperará la meritocracia y hará que EEUU sea «competitivo con el resto del mundo». «Es el fallo que todos esperábamos», dijo Trump, quien durante su mandato nominó a tres de los jueces conservadores de la Corte Suprema.

Más madera

La Corte Suprema ha bloqueado asimismo el plan de Biden para perdonar la deuda de préstamos estudiantiles a más de 40 millones de estadounidenses. El fallo fue otra vez de 6-3, con el voto contrario de tres juezas liberales, entre ellas Elena Kagan, quien criticó a la mayoría por extralimitarse y sugirió que la Corte Suprema estaba usurpando el papel del Congreso y la presidencia.

El alto tribunal también ha fallado a favor de un diseñador de sitios web que se negó a atender a una pareja del mismo sexo debido a sus creencias religiosas. En su fallo argumenta que la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión, impide obligar a la diseñadora a crear mensajes de apoyo con los que no está de acuerdo.

No en las universidades, pero sí en las academias militares

Cuando el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, emitió la decisión de eliminar la acción afirmativa, agregó, en una nota a pie de página, una advertencia reveladora: las consideraciones basadas en la raza ya no pueden tenerse en cuenta en las admisiones universitarias, excepto en las academias militares. No vale para Harvard pero sí para West Point.

Una cobarde nota a pie de página para mostrar que los militares tienen un interés especial en reponer su cuerpo de oficiales más allá de los candidatos blancos. Una forma de ocultar el hecho de que los militares ven la acción afirmativa un motor de mérito, cohesión y desempeño, lo que socava el razonamiento de la Corte. Si la acción afirmativa beneficia a la seguridad nacional, no tiene sentido considerar que es dañina o discriminatoria en las circunstancias menos vitales de las admisiones a universidades civiles. GARA