Philipsen logra su tercer triunfo y deja sin nuevo récord a Cavendish

El velocista del Alpecin entró en los dos últimos kilómetros con tres compañeros en cabeza del pelotón y Van der Poel volvió a lanzarlo hasta que el flamenco tuvo que arrancar para batir al de la Isla de Man.

Jasper Philipsen logró ayer su tercera victoria en este Tour en la séptima etapa entre Mont de Marsan y Burdeos, de 169,9 kilómetros, al imponerse en la tercera llegada masiva a Mark Cavendish, que lanzó el sprint para intentar establecer una nueva marca de 35 victorias en la prueba sin poder lograrla.

El flamenco, bien arropado por el Alpecin en los últimos dos kilómetros y con el lujo de tener a su líder Mathieu Van der Poel como lanzador, logró su quinta victoria en los últimos cinco sprints de la prueba y permitió al Alpecin igualar al UAE con dieciséis en sus ocho grandes vueltas sin dejar de ganar en ninguna los dos.

Los favoritos vivieron una jornada tranquila tras la batalla en las etapas pirenaicas, llegaron juntos en el primer pelotón y Vingegaard sigue líder sin cambios en la general.

UNA ESCAPADA CURIOSA

La etapa estaba predestinada para llegar al sprint y fue curioso lo sucedido en los primeros kilómetros porque Simon Gugliemi, Nelson Oliveira, Jonas Abrahamsen y Mathieu Burgaudeau entraron en la escapada, pero al ver que solo eran cuatro, los tres últimos se descolgaron ante la desesperación del ciclista del Arkéa, el único que tuvo que seguir fugado.

Alpecin y Lotto empezaron a trabajar cuando alcanzaba los siete minutos de ventaja sin forzar la máquina y enseguida bajó la diferencia. Cuando era de solo un minuto, a falta de 78 kilómetros tras el sprint intermedio en el que Biniam Girmay superó a Jasper Philipsen, saltaron del pelotón dos buenos corredores como Pierre Latour (Total) y Nans Peters (Ag2r) para alegría de Gugliemi, aunque se quedó a 39 de meta en la única cota de Cuarta del recorrido.

Latour y Peters exigieron al pelotón, entraron con un minuto en los últimos 20 kilómetros, pero el del Total fue atrapado a tres de meta para que la victoria se dilucidara en un sprint masivo en el que Alpecin y Van der Poel arroparon a Philipsen hasta que saltó tras el ataque de Cavendish para superarlo con claridad.

El Tour entra este sábado en el Macizo Central con la octava etapa entre Libourne y Limoges, de 200,7 kilómetros. La dureza está concentrada en los últimos 70, cuando se sube la cota de Champs-Romain (2,8 kms. al 5,2%), que se encadena con la de Masmont (1,3 kms. al 5,5%) y la de Condat-sur-Vienne (1,2 kms. al 5,4%), que se corona a 9,3 kilómetros de la meta. Una etapa con un final propio de una clásica que se han marcado como objetivo corredores como Alex Aranburu y Mathieu van der Poel, que quiere rendir un homenaje a su abuelo Raymond Poulidor, que era de la zona. Esta vez será el líder y no el lanzador para seguir la racha del Alpecin.