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Erdogan levanta el veto a Suecia en la OTAN y vuelve a llamar a la UE

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, levantó el veto que mantenía a la entrada de Suecia en la OTAN poco después de sorprender vinculando su luz verde al estancado proceso de adhesión de Turquía a la UE, en el comienzo de la cumbre de la Alianza en Vilna. En el juego de presiones, EEUU recurrió a la venta de cazas F-16 a Ankara.

Erdogan saluda al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ante Jens Stoltenberg. (Yves HERMAN | AFP)

Turquía retiró el bloqueo que mantenía a la entrada de Suecia en la OTAN tras la reunión concertada por el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el inicio de la cumbre de líderes del bloque militar en Vilna.

«Es un paso histórico que beneficia a la seguridad de todos en este momento», aseguró, despejando uno de los escollos de la cumbre que reúne a líderes de los 32 socios de la OTAN en la capital lituana.

No obstante, recalcó que no conoce los plazos exactos en los que Turquía ratificará el ingreso sueco en la Alianza.

Sobre Hungría, que tampoco ha ratificado aún la entrada de Suecia, recordó que Budapest había asegurado en el pasado que no sería el último país en dar luz verde a la entrada de Estocolmo.

Este paso llega 14 meses después de iniciar su proceso junto a Finlandia, que ya fue aceptada por los aliados como el 31º miembro de la OTAN el pasado abril, tras sortear el veto turco y dejar atrás a Suecia.

Solo unas horas antes, Erdogan lanzó un envite a la cumbre. «Primero allanen el camino para que Turquía se una a la UE y luego allanaremos el camino para Suecia, tal como allanamos el camino para Finlandia», afirmó. Con las negociaciones entre Ankara y Bruselas estancadas desde hace años y la política exterior turca orientada hacia otros intereses, la condición de Erdogan parecía jugar la baza de aumentar la presión que ya ejercía al reclamar a Estocolmo la persecución y extradición de refugiados kurdos.

Stoltenberg respondió que respalda la ambición de Ankara de entrar en la UE, pero recalcó que Sueciaha cumplido ya las condiciones que le puso Turquía, como la eliminación de las restricciones a la exportación de armas a Ankara, la modificación de su Constitución o el refuerzo de las «leyes antiterroristas».

La Comisión Europea indicó que el proceso de adhesión a la UE depende de los «méritos» de cada país candidatoy es un proceso separado al de la OTAN. Aun así, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras su encuentro con Erdogan, afirmó su intención de redinamizar las relaciones entre Turquía y la UE, y encargó un informe con este fin.

CAZAS F-16

En este juego de presiones entró también la venta por parte de EEUU a Turquía de los aviones de combate F-16. Fuentes estadounidenses niegan que se trate de un quid pro quo, pero estiman que va en el interés de la OTAN que Turquía disponga de F-16, cuya venta a Ankara ha sido bloqueada por el Congreso estadounidense.

Hasta ahora ambos asuntos habían sido tratados por separado por el Ejecutivo estadounidense, pero el propio presidente, Joe Biden, los vinculó en una entrevista con la CNN, junto al deseo del recién reelegido primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, de fortalecer la seguridad de Grecia frente a las tensiones con Turquía en torno al mar Egeo. «Lo que estoy intentando hacer es un pequeño consorcio en el que fortalezcamos la OTAN en términos de capacidad militar tanto para Grecia como para Turquía y permitamos que Suecia pueda integrarse», explicó Biden.



Debate para simplificar la adhesión de Ucrania

La cumbre de la OTAN también se enfrenta a discrepancias entre sus miembros sobre la adhesión de Ucrania, a la vez que debate si elimina el obstáculo del Membership Action Plan, un paso previo a la candidatura. Su supresión significaría que el Gobierno ucraniano no tendría que participar en un programa de varios años para demostrar que ha llevado a cabo las reformas militares, económicas y políticas necesarias para unirse a la alianza militar.

Pero Washington y Berlín son reacios a ir mucho más allá de la promesa hecha por la OTAN de que Ucrania se uniría algún día, sin especificar un calendario. «No creo que esté preparada para formar parte de la OTAN», afirmó Joe Biden a la CNN subrayando, además, que no hay unanimidad entre los aliados sobre las perspectivas de sumar a Kiev «en medio de una guerra». «Estaríamos en guerra con Rusia si ese fuera el caso», advirtió. Aunque, de facto, la OTAN y sus socios participan con armamento, asesores, entrenamiento, dinero e Inteligencia, evitan dar un paso más que puede elevar la respuesta de Rusia. Por contra, Kiev y varios de los socios de la Alianza exigen una hoja de ruta clara de la cumbre y tomar decisiones ya sobre el ingreso. Jens Stoltenberg aseguró que la declaración final seguía abierta y lanzaría un mensaje «de unidad y firme» sobre Ucrania.

La adhesión tendría «consecuencias muy negativas» para la seguridad europea, alertó el Kremlin, que la considera una amenaza contra Rusia que requiere una «respuesta clara y firme».GARA