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El barco-prisión espera en Portland la llegada de los primeros migrantes

El enorme barco-prisión en el que el Gobierno británico pretende meter a 500 solicitantes de asilo en Gran Bretaña espera ya en el puerto de Portland la llegada la próxima semana de sus primeros ocupantes. Residentes y activistas han mostrado su rechazo.

El barco-prisión Bibby Stockholm, atracado en el puerto de Portland. (Ben BIRCHALL | DPA)

La enorme embarcación, de nombre Bibby Stockholm, en la que el Gobierno de Rishi Sunak pretende alojar temporalmente a hasta 500 adultos varones solicitantes de asilo en Gran Bretaña, según los planes que anunció el pasado abril el Ministerio de Interior con el argumento de «rebajar la presión» sobre el actual sistema de acogida, se asemeja a un módulo carcelario. Desde el martes se encuentra atracada en el puerto de Portland, adonde llegó entre protestas de residentes y activistas.

Un portavoz del Home Office señaló que «a partir de la próxima semana, unos 50 solicitantes de asilo serán llevados al barco como parte de un plan cuidadosamente estructurado para incrementar el número de personas a bordo a lo largo de los próximos meses». «El Gobierno está proporcionando financiación substancial a los servicios locales, como Policía y sanidad pública, para apoyarlos y minimizar el impacto en la comunidad, y habrá seguridad 24 horas 7 días a la semana en el sitio», señaló la fuente oficial.

Esa cartera agregó, asimismo, que la barcaza está diseñada «para ser autosuficiente a fin de minimizar el impacto en la comunidad local, con comida, áreas de recreo y provisión sanitaria básica».

Sin embargo, su llegada se ha topado con el rechazo de los residentes de Portland, que temen su posible impacto en los servicios locales, como la sanidad. Su alcaldesa, Carralyn Pareja, calificó de «horrible» el plan y cuestionó la capacidad de las infraestructuras locales para hacer frente al aumento de recién llegados. Las autoridades locales alegaban que ese puerto era el lugar equivocado para ubicar el barco.

Al mismo tiempo, activistas que defienden los derechos de las personas migrantes y refugiadas han mostrado su preocupación por las condiciones en las que vivirán quienes sean llevados a esta cárcel flotante.

Más de noventa colectivos y cientos de activistas han firmado una carta abierta al Ministerio del Interior pidiendo dejar sin efecto su plan. «No es admisible en una sociedad guiada por los valores democráticos y humanos. Hay graves problemas en la gestión del sistema de asilo en Reino Unido, y dicha gestión no respeta los derechos humanos», indica Amnistía Internacional.

El Gobierno británico anunció en abril que alojaría a cerca de 500 solicitantes de asilo en ese barco con 222 camarotes anclado frente a la costa de Dorset durante al menos 18 meses. Pero a diferencia de hacerlo desde la libertad de un hotel, los solicitantes de asilo estarán bajo medidas de «seguridad a bordo las 24 horas, los siete días de la semana, para minimizar la interrupción de las comunidades locales», especifica el Ejecutivo.

El Bibby Stockholm, de tres pisos y 100 metros de eslora, fue construido en 1976, y ya fue utilizado hace dos décadas por Países Bajos como centro de detención de migrantes y refugiados, y fue un espacio perfecto para episodios de violencia, explotación sexual y malas condiciones sanitarias, según varias investigaciones.

Downing Street defiende el uso de barcazas para albergar a personas migrantes al asegurar que es una alternativa más económica que alojarlos en hoteles. Según datos oficiales, se gastan seis millones de libras al día en alojamientos para potenciales refugiados.