GARA Euskal Herriko egunkaria

Tensión en el mar Negro tras mandar Kiev mantener el corredor a su Ejército

Ucrania elevó el pulso al implicar al Ejército en su plan para garantizar el mantenimiento del corredor del mar Negro para dar salida a su cereal, y provocó la advertencia de Rusia, de ejercicios con disparo de misiles horas antes, ante eventuales ataques a barcos rusos. Ceses y dimisiones evidenciaron de nuevo tensiones internas en Kiev.

Artilleros ucranianos preparan proyectiles de 152 mm en el frente de Bajmut. (Genya SAVILOV | AFP)

 

Días después de que el Kremlin advirtiera de que considerará posibles objetivos militares a los barcos de carga que naveguen hacia Ucrania y cerrara al tráfico la parte noroccidental, tras rechazar renovar el acuerdo sobre el grano, la Marina rusa llevó a cabo ejercicios con disparos de misiles de crucero antibuques contra un barco diana en el campo de entrenamiento de combate en la parte noroeste del mar Negro. Y unas horas después, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció la preparación con el Ejército y el Gobierno de «una serie de acciones» para garantizar la continuidad del corredor para exportar cereal ucraniano.

Antes, Rusia había alertado de posibles ataques ucranianos contra sus buques después de que Kiev replicara a Moscú con una fórmula similar a la empleada por el Kremlin al declarar objetivo a todas las embarcaciones rusas en aguas del mar Negro al ser consideradas como transporte de mercancía militar.

Rusia insistió ayer en que inspeccionará en busca de armamento los barcos que se dirijan a los puertos ucranianos, con independencia de su bandera.

La tensión ha aumentado en el mar Negro mientras Ucrania volvió a denunciar ataques rusos contra la infraestructura agrícola y de exportación de grano en Odessa por cuarto día consecutivo. Ataques que Moscú justificó en dos ocasiones como represalia por el ataque ucraniano del pasado lunes con drones acuáticos de superficie contra el puente de Kerch, que une la península de Crimea con la Rusia continental.

Naciones Unidas advirtió de que los ataques sobre infraestructuras portuarias del mar Negro podrían tener «repercusiones de gran alcance en la seguridad alimentaria mundial, en particular en los países en desarrollo».

También fueron atacados con fuego de artillería ruso los pueblos más cercanos al frente en el óblast ucraniano de Zaporiyia, según el jefe de la Administración Militar de la zona, Yuri Malashko, que informó de la muerte de cuatro trabajadores.

DIFERENCIAS INTERNAS

Mientras, en el seno del Gobierno de Zelenski y en su entorno volvieron a ponerse de manifiesto diferencias que han provocado el cese del embajador ucraniano en Gran Bretaña y la dimisión del ministro de Cultura.

Unos días después de que Vadym Prystaiko criticara públicamente al presidente, Zelenski lo destituyó como embajador de Ucrania en Londres y como representante de Ucrania ante la Organización Marítima Internacional, sin explicar los motivos.

Hace una semana el secretario de Defensa británico saliente, Ben Wallace, afirmó que Kiev debería mostrar más gratitud por las armas suministradas por Occidente, a lo que Zelenski respondió que Wallace debería enseñarle cómo «podríamos levantarnos por la mañana y expresar nuestras palabras de gratitud al ministro». Preguntado al respecto, Prystaiko señaló que había «un poco de sarcasmo» por parte de Zelenski y que no creía que «este sarcasmo sea saludable».

Por otra parte, el ministro de Cultura, Oleksandr Tkachenko, también tuvo desacuerdos con el presidente y anunció ayer su dimisión. El día anterior, Zelenski había criticado los gastos de su Departamento en «museos, centros culturales, símbolos y series de televisión», fondos que según el jefe de Estado, tendrían que haberse destinado a la guerra.

Tkachenko, que ha promovido proyectos culturales y de memoria histórica, algunos con un coste de millones de euros, defendió ayer «la importancia de la cultura en tiempos de guerra» al señalar que «no es menos importante que los drones», ya que es «el escudo de nuestra identidad».