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JOPUNTUA

Barbie a través del espejo


Al calor de “Barbie”, la genial y exitosa película de Greta Gerwig, los machos están que trinan. ¡Menos mal que éramos nosotras las picajosas! El poderosísimo y denteroso Elon Musk critica que, si te tomas un chupito cada vez que Margot Robbie enmuñecada dice «patriarcado», te desmayarás antes de que acabe “Barbie”. Qué poco aguante al alcohol, tú que eres tan macho. Hay señoros quemando barbies en su barbacoa. Evoco aquel momento glorioso en que furibundos supremacistas prendieron fuego a sus Nike por el repentino compromiso antirracista de la marca, ¡cuando las llevaban puestas!

Barbie ya nació electrizada, sobredimensionadísima políticamente, de hecho, parte del feminismo la ha puesto siempre a caldo. Y eso que fue creada por Ruth Handler para que las niñas, en vez de jugar a ser mamás con bebés de plástico, pudieran imaginar hacer cosas que las mujerizadas en 1959 todavía no podían: básicamente todo lo que no fuera ser amas o sirvientas de casa. Barbie triunfó en todo lo prohibido a sus hermanas de carne, y enseguida tuvo un muñeco a su vera llamado Ken, que nunca pasó de novio complemento. El mundo al revés planteado en fucsia chillón de la película es un sagaz y delicioso juego de espejos donde aligerar el absurdo y la crueldad del patriarcado. Elon, chupito.

«No creo en la abolición del género, creo que es mucho más útil y realista la emancipación, que implica desactivar las cargas de los códigos culturales, sociales y estéticos asociados al género y que se construye a través del juego y la búsqueda personal y conjunta de quiénes somos y qué queremos decir con nuestra presencia en el mundo. Como mujer trans orgullosa, he aprendido de mujeres maravillosas un montón de ‘cosas de chicas’ que me hacen más fuerte, que me interpelan como no lo han hecho otros aprendizajes y que, sobre todo, me hacen feliz. Si la liberación pasa por desmerecer a otras, por señalarlas, por menospreciarlas o por considerarlas agradables al patriarcado, ahí no me encontraréis». Solo puedo aplaudirte con todos mis labios rosas, Alana Portero, hermana.