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TODAS SOMOS JANE

El aborto en la clandestinidad


 

La estadounidense Phyllis Nagy debutó en formato serie en 2005 con “Mrs. Harris” y su primera experiencia en el cine fue, diez años más tarde, a través de las escritura del guion de la excelente “Carol” de Todd Haynes. “Todas somos Jane” supone su ópera prima como directora y su estreno se produjo en el Festival de Sundance. Con posterioridad compitió dentro de la Sección Oficial del Festival Internacional de Berlín.

El argumento, escrito en esta oportunidad por Hayley Schore y Roshan Sethi, está basado en parte en los hechos reales relacionados con el Colectivo Jane, que practicó miles de abortos durante un período de cuatro años gracias a su movilización encubierta. Apoyada por un excelente reparto, Elizabeth Banks encarna a la protagonista, una mujer cuya mecánica sentimental y doméstica cambia por completo cuando se queda embarazada sin desearlo y con un riesgo mortal para su salud. Visto que nadie quiere ayudarla en un periodo histórico en el que el aborto estaba prohibido, emprenderá un viaje para contactar con una organización clandestina de mujeres.

DERECHO AL ABORTO

Escenificada en el Chicago de los 60 y en plena catarsis política, la película plantea cuestiones actuales sobre las barreras sistémicas, la naturaleza siempre cambiante de la política y la lucha de las mujeres por mantener el control de sus cuerpos. Además de Banks (‘‘Los juegos del hambre”), el reparto incluye a la ilustre veterana Sigourney Weaver (‘‘Alien, el octavo pasajero”) y Kate Mara (‘‘El escándalo Ted Kennedy”). Una de las cuestiones en las que incide el filme radica en la falta de recursos sanitarios dedicados entonces a la protección de los derechos reproductivos y las dificultades adicionales que experimentaban las mujeres afroamericanas para acceder a los mismos. Una actitud muy polémica, que en la época suscitó un gran revuelo, pero que sirvió para inspirar a otros grupos de mujeres e ir allanando el camino del derecho al aborto en el país.