GARA Euskal Herriko egunkaria

El fuego calcina miles de hectáreas en Portugal

El incendio de Odemira, en el sur de Portugal, ha arrasado ya más de 7.000 hectáreas, y la oleada de fuegos de agosto ya ha quemado más de la mitad de lo que ha ardido este año en el país. 1.500 personas han tenido que ser evacuadas.

Una avioneta lanza agua sobre el incendio de Odemira, al sur de Portugal. (Patricia DE MELO MOREIRA | AFP)

El fuego sigue avanzando en Portugal, donde el área que ha ardido este mes de agosto ya supone más de la mitad del total del año, con la preocupación centrada en un incendio que desde el sábado ha calcinado más de 7.000 hectáreas en Odemira -a unos 230 kilómetros al sur de Lisboa-.

El país vive la peor ola de incendios de este verano y, aunque algunos de los fuegos más preocupantes de los últimos días ya han sido controlados, las llamas continúan activas en Odemira.

El comandante de Protección Civil, André Fernandes, confirmó que este es el fuego que suscita mayor preocupación. Ya ha consumido más de 7.000 hectáreas, sobre todo pino y poblaciones mixtas como eucalipto, alcornoque, madroño y matorral. El terreno está complicando las labores de extinción del fuego, con dos frentes activos. Trabajan para evitar que se propague hacia la Sierra de Monchique.

«Las próximas 24 horas son fundamentales», insistió Fernandes, aunque las previsiones meteorológicas no auguran condiciones favorables. Se espera una humedad inferior al 50 % y temperaturas por encima de los 30 grados.

Casi 1.500 personas fueron evacuadas de forma preventiva de unas 20 aldeas y un camping, aunque gran parte ya había empezado a volver a sus hogares. En Odemira hay desplegados casi 1.000 bomberos, apoyados por más de 300 vehículos terrestres y once medios aéreos.

Según los datos divulgados por el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), contando con las 7.000 de Odemira, un total de 25.279 hectáreas han ardido en Portugal en lo que va de año. Más del 50% ardieron en agosto, mes durante el que se han registrado varios incendios de gravedad.

En Castelo Branco y Proença-a-Nova, en el centro del país, ardieron otras 7.000 hectáreas durante el fin de semana, debido a un fuego que llegó a algunas casas y provocó 14 heridos leves. Tras ser dominado, los vecinos y las autoridades calculan ahora las pérdidas causadas por el incendio, que se cifrarán en varios millones de euros.

En Leiria -a unos 130 kilómetros al norte de Lisboa-, dos incendios calcinaron el lunes más de 400 hectáreas en solo un día. Los bomberos se mantienen en el terreno para apagar posibles reactivaciones, aunque califican la situación como tranquila.

La emergencia climática ha provocado cambios en el periodo de incendios. Antes era de junio a septiembre, ahora se adelanta y se alarga.

ALERTA DESCARTADA

El Gobierno portugués descartó por el momento declarar la situación de alerta en el país, una medida que mantiene activos los equipos de prevención, combate y socorro para que sean rápidamente movilizados en caso de necesidad.

Aunque la situación de alerta «está siempre encima de la mesa», estas medidas «son instrumentos excepcionales que no pueden ser banalizados», señaló la secretaria de Estado de Protección Civil, Patrícia Gaspar.

Cerca de 120 municipios del interior en las regiones Norte, Centro y Algarve se encontraban ayer en peligro máximo de incendio, según el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA).