Con férula de día y noche

Parece que existe una epidemia de bruxismo, tanto en lo referente a la odontología como a la política que ha provocado un silencio ortodóncico, o un gesto que sella el aparato fonador provocado por la necesidad de no soltar todo aquello que se quiere decir. Esas férulas que tantas personas de todas las edades usan para dormir sin machacarse la dentadura por la noche son más habituales que las ortodoncias invisibles que se han puesto tan de moda que parecería que no son otra cosa que un adminículo decorativo.

En mi barrio crecen a la misma velocidad los establecimientos dedicados a las uñas, las barberías historiadas y las clínicas dentales. Juraría que hay incluso más que casas de apuestas, pero debería confirmarlo con la estadística del ojo de buen cubero. Son tendencias sociales que no tienen una explicación sencilla, como no la tiene que un rey diga que señala a un candidato a investidura presidencial alegando «costumbre». Sin muchas explicaciones, Feijóo aparece como si fuera alguien sobredimensionado, ungido, señalado. Y tenemos un mes largo de sufrimiento, como para apretarnos muchos los dientes, por lo que vamos a ver si encontramos en los locales de los chinos férulas utilitarias de usar de día.

Lo de Rubiales se mantiene en primer plano, lo del descuartizador asombroso decae, aunque en algunos platós siguen tirando de la veta y lo que vamos a hacer es mirar a la Luna porque ha alunizado en su parte sur una nave de India y en Sudáfrica se han reunido los países de la alianza económica denominada BRICS que requiere una atención adecuada por su importancia.