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MOVILIZACIÓN EN EL DÍA GRANDE DE ASTE NAGUSIA

Comparsas de Bilbo y Sare impulsan el regreso a casa de los presos vascos

En el día grande de Aste Nagusia, varios miles de personas reclamaron en las calles de Bilbo que se dejen de aplicar leyes excepcionales para que presos y presas regresen a sus casas. «No exigimos privilegios. Pedimos legalidad. La misma que se aplica a cualquier otro preso», enfatizó Bego Atxa, de Sare, que convocaba la movilización, de carácter festivo, junto a las comparsas.

La marcha concluyó con un brindis por el retorno de los presos a casa. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Una potente manifestación convocada por Sare con la implicación también de las comparsas recorrió ayer al mediodía el centro de la capital vizcaina para reclamar el cese de la excepcionalidad carcelaria y demandar el retorno a casa de las personas presas por la vía legal. No fue una movilización más, ya que en la misma las comparsas acudieron con tres fanfarrias para enfatizar el carácter reivindicativo pero también festivo de la iniciativa.

La movilización partió de la plaza Elíptica y recorrió Gran Vía en un ambiente festivo y con una temperatura mucho más agradable que días anteriores. Tuvo lugar además en el día grande de Aste Nagusia.

A la cabeza de la marcha, una gran enseña demandando la vuelta a casa de presos, exiliados y deportados, que se movió al ritmo de la música de la histórica fanfarria Samasiku, y detrás con otra pancarta comparseras y comparseros vistiendo sus camisetas multicolores.

Detrás, cientos y cientos de personas, a los que se sumaron más, hasta configurar una movilización en la que a la música se fue intercalando consignas como «Euskal presoak etxera» o «Etxerako bidean oztoporik ez». El carácter de la marcha -con hasta tres txarangas, zancudos y gigantes- llamó la atención de muchos turistas que estas jornadas visitan el Botxo.

Paso a paso, la kalejira reivindicativa fue avanzando hasta la casa consistorial bilbaina, aunque en el puente cada participante cogió uno del millar de vasos serigrafiados con cava que se les ofreció, que luego les sirvieron para brindar por el próximo retorno de presos, huidos y deportados.

Una vez ante una tarima instalada frente al edificio municipal, una comparsera entonó el popular '’Kalera, kalera’', previo a la intervención de un representante de las comparsas convocantes y de Bego Atxa, portavoz de Sare. En ella, Atxa comenzó por mencionar «el tiempo de esperanza» que se vive en la cuestión de los presos gracias a la movilización social y a las iniciativas políticas, jurídicas y sindicales que han permitido ir cerrando etapas hasta materializar la vuelta a casa.

«El esfuerzo popular ha conseguido poner fin a la vulneración de derechos de la política de alejamiento que, durante más de 34 años, ha causado tanto sufrimiento, no solo en las prisiones, sino también en el colectivo familiar», se congratuló. Es ahora, añadió, cuando toca «abrir el camino de regreso a casa de las personas presas, exiliadas y deportadas».

Tras el fin de ETA, dijo la portavoz de la red ciudadana, no hay justificación alguna para mantener una legislación de excepción para con los presos vascos.

FRENTE A UNA JUSTICIA POLITIZADA

«No tiene justificación alguna que una justicia politizada continúe negando la aplicación de la normativa penitenciaria ordinaria a los presos y presas vascos, recurriendo de manera constante las decisiones de las juntas de tratamiento de los centros penitenciarios, cuando estos aprueban progresiones a tercer grado o la asignación de permisos penitenciarios», defendió.

«Lo hemos dicho muchas veces -enfatizó-. No exigimos privilegios para estos presos y presas. No. Pedimos legalidad. La misma legalidad que se aplica a cualquier otro preso o presa, de los miles que se encuentran en las cárceles del Estado».

Atxa insistió en exigir su regreso a casa y para lograr esa meta, pidió la implicación de todos. «No es reivindicación partidista ni ideológica. Solo exigimos que se respeten los derechos humanos de quienes llevan años y años privados de libertad», recordó.

La movilización concluyó con un brindis por el retorno a casa de presos, huidos y deportados. Poco después, comenzó en el muelle del Arenal una comida en la que participaron alrededor de 600 comensales, a la que siguieron otras iniciativas en el recinto festivo.