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DE REOJO

La cuadratura del cuadrado


Aunque cueste encontrar la vía rápida a la suficiencia respiratoria dentro de tanta angustia por la contaminación de las purinas políticas, judiciales y periodísticas, con claras y evidentes proclamas a la actuación directa en las calles, es decir, una manera de ir creado un ambiente para que por cualquier circunstancia venidera de un posible Gobierno de Sánchez y asociados se pueda justificar una intervención de poderes fácticos, o para decirlo con palabras constitucionales versión constitucionalista: un golpe de estado que se hace en el nombre de España.

Todo se va colocando en el cuadrado opresor. El gobierno en funciones, en ese espacio híbrido del Ministerio de Cultura y Deporte, ha vuelto a hacer el ridículo con afición, negligencia y sospechosa incapacidad. Su titular, el ministro Iceta, no puede ser más inane en sus pocas luces. Luis Rubiales tiene un respiro por culpa de su incapacidad manifiesta. Lo que ha pasado estas semanas con el Tribunal de Administración Deportiva y el Consejo Superior de Deportes entra dentro de la descalificación total. Parece que no mandó el segundo los documentos adecuados para que se estudiase el caso de manera correcta. Y como hay antecedentes de condescendencia del consejo con el propio Rubiales, estamos ante un caso que cuadra el cuadrilátero de las connivencias sospechosas.

El cuadrado con siete rombos es el descaro del PPVox en Murcia. Si faltaba algún detalle para confirmar la estrategia y plan de fusión fría, ahí la tienen. La extrema derecha española es bicéfala, o lo parece. Y están desbocados. Tienen prisa malsana.