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JOPUNTUA

Más de lo esperado, menos que lo prometido


Suele haber siempre al menos dos formas de ver las cosas. En la negociación que está llevando a cabo Puigdemont con el PSOE, la visión caritativa vendría a decir que el expresident está tratando de andar por el camino pragmático porque, aunque los criticó, se ha dado cuenta de que ERC tenía razón en que era más útil. La visión despiadada diría, en cambio, que Puigdemont y los suyos acusaban de traición a Junqueras porque ellos no estaban en posición de negociar.

La mirada amable diría que Puigdemont no mintió a los suyos prometiéndoles que nunca aceptaría menos que el reconocimiento del 1 de octubre, es decir, la independencia. Que cuando calentaba a los suyos con promesas grandilocuentes lo hacía honestamente, porque era su verdadero propósito, que ahora cambia también por convencimiento. Los ojos de la mala persona ven, en cambio, un president que mintió a los suyos mientras aguardaba el momento para negociar con el PSOE, renunciando al núcleo de sus demandas.

Los ojos amigos dirían que Puigdemont está cerca de conseguir más de lo que nunca ha conseguido el independentismo desde 2017, mientras que los enemigos apuntarán que el líder de Junts está a punto de investir a Sánchez, al que dijo que nunca apoyaría, a cambio de unas conquistas menores de las deseadas y las prometidas. Puigdemont está ganando o perdiendo, según se mire. Triunfando o engañando. Aceptando su derrota o a punto de hacer valer la última bala del movimiento independentista.

Pero hay una tercera forma de verlo. La negociación de Puigdemont y Junts es heredera directa del papel jugado por ERC la pasada legislatura. Los republicanos abrieron camino en una selva, con enorme coste personal y político para que ahora Puigdemont pudiera pasar haciéndose el remolón y subir el precio a pagar. Los reproches mutuos, si bien feos, sirvieron para llegar aquí e incluso las promesas de máximos tienen ahora cierto sentido. El independentismo se odia entre sí, pero es más eficaz cuando se reparte los papeles.