Un intenso acercamiento a la sexualidad femenina

Elena Martín aborda de manera intensa la relación entre el cuerpo femenino y el deseo sexual, planteando un enfoque en el que se revela como un estigma.

“Creatura” se presenta como una obra poderosa, arriesgada y altamente sensorial que nos sumerge en la pesadilla de una mujer que experimenta un bloqueo emocional basado en el sexo.

La propia directora se coloca ante el espejo y asume el rol de una mujer que, junto a su compañero sentimental -Oriol Pla- se mudan a la casa de verano de la familia de ella, y en apariencia, forman una pareja feliz. Sin embargo, la protagonista se enfrenta un bloqueo mental severo que les impide mantener relaciones sexuales. Este bloqueo se manifiesta físicamente a través de la urticaria que se manifiesta en toda su piel, causándole picazón tanto a nivel externo como interno. En un primer momento, la película se centra en el aspecto físico de la piel de la protagonista, pero posteriormente profundiza en aspectos más sicológicos y emocionales. A través de tres períodos temporales, nos sumergimos desde la madurez de la protagonista hasta su juventud y finalmente a su infancia. En este último periodo se explora la fractura entre la inocencia, los instintos naturales y los tabúes sexuales.

Tras “Júlia ist”, la cineasta y guionista aumenta el riesgo en esta su segunda película al crear una obra que se distingue por su atmósfera febril y su singularidad.

El conjunto revela en todo momento una personalidad propia, a la vez luminosa y opresiva, que evoca la extrañeza y la incomodidad a través de una narrativa absorbente que se desplaza entre la realidad, la mente y la fantasía. Un filme inteligente que jamás elude el riesgo que asume desde su arranque y que aborda sin complejos un tema muy interesante.