Cuando las comparaciones son inevitables

El 4 de agosto de 2023 vivimos una de las situaciones más desagradables de los últimos años en el balcón del Ayuntamiento de Estella-Lizarra. Una actuación totalmente desmedida de un funcionario público, el jefe de la Policía Municipal, sobre una representante pública y política. Unos hechos que fueron difundidos por medios de comunicación de todo el Estado.

42 días después, el jueves 14 de septiembre, nos volvimos a reunir en el primer pleno tras esa actuación. Los grupos municipales de Euskal Herria Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin presentamos una moción para reprobar la actuación del jefe de Policía por su agresividad y desproporción. 42 días después de no haber escuchado ni una sola palabra de la alcaldesa de la localidad ni de la presidenta del área de Cultura y Fiestas al respecto. La verdad es que hubiera sido mejor no haber escuchado nada.

En una primera intervención, la señora Ruiz de Alda Parla trató de banalizar la actitud del jefe de Policía Municipal de la localidad, definiendo su actuación con «utilización de fuerza mínima», y afirmando que «en ningún momento hubo desproporcionalidad» y que «actuó como debió actuar». Una primera intención de desmarcarse de lo que realmente ocurrió en ese momento, de lo que cientos de miles de personas vieron en sus teléfonos y de la errónea interpretación que, según las palabras de la alcaldesa, hemos debido de tener todas las personas que vimos que realmente existió una agresión en ese momento.

La incapacidad de ponerse en el lugar de la compañera de corporación fue la tónica dominante de la señora Ruiz de Alda Parla una vez que 42 días después se ha dignado a decir algo. Por encima de todo, se trata de empatizar con aquellas personas que, independientemente de sus principios políticos y, teniendo en cuenta que serán muchas las horas que nos toque convivir y compartir, deberían tener en cuenta cómo se ha sentido esa persona y, cuanto menos, mostrar un poco de sensibilidad respecto al tema; por lo que no nos queda más que mandar al rincón de pensar a la señora Ruiz de Alda.

Dijo la señora Duarte algo así como «para todo el daño que te hizo, bien que estuviste bailando por la tarde», casi como invitando a la representante a que se quedase en su casa si tan mal estaba. No es la primera vez que escuchamos este verano ese «no fue para tanto» tan mediático, y que tanto daño está haciendo en el camino para conseguir una verdadera igualdad entre hombres y mujeres y que ya estamos viendo cómo acaba; por lo que no nos queda más que mandar al rincón de pensar también de manera especial a la señora Duarte.

El respeto a la diversidad de pensamientos y sentimientos de la ciudadanía de Estella-Lizarra debe ser el principio primordial de la convivencia. Y por supuesto, como muestra de este respeto, también el rechazo a las agresiones como la del pasado 4 de agosto. Mientras algunas personas siguen con los ojos cerrados y sin asumir la evidencia de los hechos, las demás seguiremos tratando de construir una ciudad entre diferentes y, sobre todo, mostrando todo el apoyo e intentando dar todo el cariño a nuestra compañera y amiga, que sí, como todas y todos pudimos ver, sufrió una agresión física realizada con fuerza desproporcionada.