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Un remero dedica el triunfo a un paisano encarcelado deseando que los presos y presas vascos vuelvan pronto a sus casas y los profesionales de la indignación vuelven a montar en cólera, sumando nuevas adhesiones, contra Arnaldo Otegi, el jefe de los bilduetarras.

Afirma Miren Gorrotxategi, la portavoz de Podemos en la CAV, en twitter, «un preso político es una persona que ha sido encarcelada, no porque haya cometido un delito, sino porque sus ideas políticas suponen un desafío a un sistema político que considera injusto» y, a continuación, desgrana una serie de nombres: «Presos políticos fueron (y algunos lo son) Ghandi, Emma Goldman, Nelson Mandela, Martin Luther King, Loujain Alhathloul, Mohamed Soltan, LEdurneiu Xiaobo… una lista demasiado larga de personas que luchan o lucharon por un mundo más justo», «Matar a un concejal o a un empresario no te convierte en un preso político, sino en un asesino». Entonces, la interpretación de la jurista Gorrotxategi hace del «delito» difiere radicalmente de «aquella acción penada por las leyes por ser contraria a lo establecido por estas», al parecer solo delinquen los malos de corazón.

En inicio de la «larga lista de personas que lucharon por un mundo más justo» se han colado una asesina y un asesino, al decir de la portavoz de Podemos. La comunista libertaria Emma Goldman que, entre otras acciones directas, tomó parte en el intento de asesinar al empresario Henry Clay Frick por la contratación de la Agencia de Detectives Pinkerton, fuerza de choque de la patronal contra los obreros, y el dirigente comunista Nelson Mandela, comandante en jefe de Lanza de la Nación, el brazo armado del CNA. Los dos condenados por el delito de terrorismo según las leyes de los Estados a los que combatían.

¿Tan indigno resulta, a los de tan laxa dignidad con relación a similares asuntos, el deseo de que los presos de una organización armada autodisuelta rehagan sus vidas junto a amigos y familiares? En la democracia española los criminales del Estado no indignan apenas, presentan libros.