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Entrevue
Paul B. Preciado
Escritor y filósofo, autor de “Orlando, mi biografía política”

«El cine es escribir con cuerpos que están delante tuyo»

Paul B. Preciado es una de las voces más destacadas del Estado español en el estudio de las políticas de género y cuerpo. “Orlando, mi biografía política” es su debut en el cine. Es una obra poética y política en la que los actuales Orlandos, herederos del personaje de Virginia Woolf, relatan sus experiencias personales como personas trans y no binarias.

(PIERRES ET GILLES)

 

Tras su aclamado paso por la Berlinale, donde se hizo con cuatro galardones, se muestra emocionado por presentar su filme en Donostia. «Las primeras veces que vine de Nueva York a dar conferencias y cursos interesantes fue a Arteleku», recuerda. No se considera cineasta. «No me planteé hacer una película. La televisión francesa-alemana ‘Arte’ me propuso hacer un biopic sobre mí. ¡Me horrorizó! Dios mío, tampoco soy tan viejo… Surgió de mi negativa absoluta a que ellos hicieran una película en la que yo iba ser el objeto trans fílmico en un relato binario y muy normativo».

Leyó “Orlando” siendo adolescente. «Imagínate en Castilla-León… yo nunca había oído hablar de nadie trans. El libro se convirtió en un cuaderno de bitácora para mí. Si aquello era posible, mi vida era posible. Esa forma de aferrarse a la ficción y a la literatura, a las palabras, tiene un enorme poder de construcción de la realidad. Yo sabía que quería volver al libro y que quería escribir una carta cinematográfica a Virginia Woolf para decirle ‘tu Orlando ha salido del libro, está vivo, hay millones de Orlandos, estamos viviendo una época orlandesca’. Eran intuiciones que yo tenía y que luego me ayudaron a hacer la película», cuenta.

Woolf escribió una carta de amor a Vita Sackville-West y ahora Preciado hace lo propio con Woolf. La misiva no está exenta de crítica. Desde la perspectiva de hoy en día, no comparte, por ejemplo, el hecho de que Orlando se encuentre de repente, como por arte de magia, en el cuerpo de una mujer cuando las personas trans se meten en un auténtico laberinto y enfrentándose a infinidad de dificultades para lograrlo. «Exacto. El laberinto psiquiátrico, jurídico… lo que supone vivir confrontado a la medicina, a la psiquiatría, sin papeles, en una sociedad tránsfoba, binaria… Es verdad que yo tenía ganas de decirle a Virginia Woolf que las cosas no eran como ella las pensó y de mostrar que Orlando no es esa figura aristocrática que imaginó. Los Orlandos están por todas partes y son personas como cualquier otra. Aunque debo decir que haciendo la película me he enamorado de Virginia Woolf, han sido tres años viviendo con ella prácticamente».

Preciado conjuga cuatro planos: el Orlando de Woolf, los Orlandos de hoy en día, su propia experiencia y la historia política de los Orlandos. Una de las frases que dice en la película es «la ficción no se opone a la verdad y cada vida individual es una historia colectiva». El filósofo cuenta su propia biografía a través de las vivencias de otras personas, 26 personas trans y no binarias de entre 8 y 70 años. «Cada escena está planteada como un ritual político. El cine es escribir con cuerpos que están delante tuyo, sigue siendo escritura. Estamos en una sociedad en la que los relatos acerca de lo trans son relatos tremendamente victimizadores, tremendamente normativos y el cuerpo trans es representado como el asesino o aquel que va a ser asesinado al final de la película, o la prostituta al borde de la carretera que acabará muerta. Yo quería una utopía, aunque no lo sabía antes de hacerla. Quería otra representación de lo trans».

TRANSICIONES

«¿Quién ha contado hasta ahora nuestra historia? Yo vengo de la teoría, de la historia de la sexualidad, y tengo una colección inmensa de las películas trans y te das cuenta de que siempre es narrado desde el punto de vista de lo binario, en el que la persona trans es la víctima, el excluido», continúa.

Para él era importante reinvindicar la posibilidad de contar su propia historia. «Y también la posibilidad de contar vuestra historia, la de los binarios, de deciros ‘en el fondo la vuestra es también una historia orlandesca’. La autora trans Torrey Peters dice que lo que más se parece a una mujer trans es una mujer divorciada. En el fondo es como una transición, ‘échate al mundo y redescúbrelo’. Es una manera de decir a las personas binarias que todos estamos en transición. La migración también es una transición, perder a la persona de amas», señala.

El escritor confiesa que ha disfrutado enormemente en la fase de montaje. «En mi infancia ya montaba las películas de otros en mi cabeza. Montaba sin saberlo», cuenta con una sonrisa.