Cine y memoria

Han pasado 30 años desde que Víctor Erice rodó “El sol del membrillo”. No obstante, la relación del director vasco con el mundo de la imagen nunca se ha interrumpido gracias a sus cortometrajes y videoinstalaciones. Ejemplo de ello fue su última apuesta creativa, “Piedra y cielo” (2019), una iniciativa impulsada desde el Museo de Bellas Artes de Bilbo que se tradujo en una instalación audiovisual centrada en el monumento dedicado al músico Aita Donostia que está situado en la cima del monte Agiña de Lesaka y que lleva la firma del escultor Jorge Oteiza y del arquitecto Luis Vallet de Montano. Con guion de Erice y Michel Gaztambide -firmante de tramas como “No habrá paz para los malvados”-, “Cerrar los ojos” narra la historia de una desaparición y gira alrededor de la identidad y la memoria. Todo ello desde la perspectiva de un cineasta a contracorriente y que, en esta oportunidad, reflexiona en torno a un medio que le apasiona, el propio cine. Protagonizada por Manolo Solo, José Coronado, Ana Torrent, María León, Petra Martínez, Soledad Villamil, Mario Pardo y José María Pou, esta historia se centra en un célebre actor que desapareció misteriosamente durante el rodaje de una película. Según nos avanza su sipnosis, «aunque nunca se llega a encontrar su cadáver, la Policía concluye que ha sufrido un accidente al borde del mar. Muchos años después, esta suerte de misterio vuelve a la actualidad a raíz de un programa de televisión que pretende evocar la figura del actor, ofreciendo como primicia imágenes de las últimas escenas en las que participó, rodadas por el que fue su íntimo amigo, el director Miguel Garay. El principio y el final de una película inacabada». Erice ha contado con Valentín Álvarez como director de fotografía, con quien ya trabajó en “La Morte Rouge” y “Vidrios partidos”, un filme compartido con cineastas como Pedro Costa, Manoel de Oliveira y Aki Kaurismaki.