05 OCT. 2023 KOLABORAZIOA Donostiarras en marcha contra la turistificación Nerea ARREGI Miembro de la plataforma Bizilagunekin A partir de hoy, 5 de octubre, se volverá a celebrar en Donostia el “Foro Mundial de Turismo Gastronómico” de la Organización Mundial del Turismo. A partir del 23 de octubre, las organizaciones públicas y privadas que lideran la turistificación en España se darán cita en la Convención Turespaña en Donostia. No es casualidad que estos eventos internacionales y estatales se realicen en nuestra ciudad. En los últimos años, Donostia ha destacado como lugar para hacer negocios a través del turismo, tanto a nivel estatal como internacional. En un momento en el que se ha dado rienda suelta al turismo, nuestra ciudad ha atraído a todo tipo de inversores, multinacionales, especuladores, explotadores, oportunistas y buitres. Las y los donostiarras estamos hartos y esta gente no es bienvenida. De hecho, en los últimos años hemos visto cómo las calles de Donostia se han llenado, cómo el espacio urbano se ha transformado en beneficio de los negocios turísticos, se han encarecido los precios de consumo alejándose de la capacidad económica de la población local, algunos barrios se están volviendo difíciles para vivir y meros lugares para visitar, los precios de las viviendas han pasado de ser caros a ser inasumibles, los proyectos para convertir espacios naturales en atracciones siguen adelante, los eventos para atraer turistas marcan la agenda de la ciudad, el pequeño comercio está muriendo y cientos de donostiarras, al no poder emprender su proyecto de vida en su ciudad, han sido expulsados. La ciudad vive una turistificación agresiva y este no es un hecho caído del cielo; las instituciones públicas están a merced de quienes se enriquecen con el negocio del turismo. En un principio negaron los daños causados por el crecimiento del turismo. Sin embargo, al ver que las y los donostiarras estaban completamente preocupados y molestos, pusieron en marcha el teatro. Repiten hasta la saciedad etiquetas publicitarias como «turismo sostenible» y «ciudad inteligente». Ahora sienten la necesidad de difundir el relato de que están tomando medidas. No es creíble. Han regulado la apertura de pisos turísticos y hoteles, dejando las puertas abiertas para que abran más. Siguen eludiendo la tasa turística, ocultando para qué quieren utilizar el dinero recaudado y sin admitir que no reduciría la llegada de turistas. Quieren vendernos la desestacionalización y la descentralización como fórmula mágica; pero todos sabemos que el aumento del número de turistas de invierno no disminuye el número de verano y que los turistas que se alojan en Loiola también visitan la Parte Vieja y la Concha. Estamos viviendo un ejercicio continuo de hipocresía y falsedad como operación contra el enfado de las y los donostiarras, pero responde a la estrategia de no tomar medidas reales y efectivas. Es innegable que la actividad turística ha adquirido un volumen y peso excesivo en la ciudad. Si no nos encaminamos al decrecimiento turístico, los daños que causa seguirán aumentando y se volverán permanentes e irreversibles. La promoción turística debe reducirse a cero; limitar los precios de alquiler de viviendas; hay que eliminar la posibilidad de abrir más pisos y hoteles turísticos e iniciar el proceso de reducción de los que hoy se ofrecen; hay que reforzar y blindar las medidas de protección del patrimonio natural y arquitectónico; el espacio público debe transformarse para adaptarse a las necesidades de la vida local; se deben implementar políticas para promover y facilitar la vida comunitaria en los barrios… Somos de Donostia, nos preocupa el modelo turístico actual y abogamos por el decrecimiento turístico. No estamos dispuestos a ser espectadores pasivos y ahogarnos en el pozo de la frustración a medida que este problema se intensifica. Responderemos y haremos parar a quienes quieren enriquecerse vendiendo nuestras vidas y nuestra ciudad. Llamamos a las y los donostiarras a participar y activarse en las acciones que se organizarán en octubre contra la turistificación. Por ello, animamos a las y los donostiarras a acercarse a los grupos, asociaciones y plataformas de la ciudad, para sumar esfuerzos y recuperar Donostia. Es innegable que la actividad turística ha adquirido un volumen y peso excesivo en la ciudad. Si no nos encaminamos al decrecimiento turístico, los daños que causa seguirán aumentando y se volverán permanentes e irreversibles