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ALAVÉS

Un acorazado llamado Glorioso casi hunde un poco más al submarino amarillo

En un encuentro muy serio, los babazorros se adelantaron a los pocos minutos de la reanudación por mediación de Samu. Sin embargo, el VAR señaló un penalti por mano dentro del área -había dudas de si era en la misma línea- y Gerard Moreno empató.

Samu Omorodion celebra con rabia el 0-1 en La Cerámica ante el Villarreal. (Omar ARNAU | AGENCIA LOF)

Cerca, muy cerca estuvo la que hubiese sido la primera victoria del Alavés a domicilio esta temporada. Los babazorros cosecharon un grandísimo partido, con las cosas muy claras, pero la eficacia del Villarreal y la ayuda del VAR de los locales al señalar un penalti por mano dentro del área dejaron el marcador en empate final.

Luis García Plaza apostó por un equipo reconocible, aunque varió en punta, situando a Samu Omorodion como principal referencia ofensiva. Se notó que el técnico alavesista había llegado con las ideas muy claras a Vila-real y que había preparado muy bien el choque. De hecho, pilló desprevenido al equipo de Pacheta, quien utilizó a Gerard Moreno y el noruego Alexander Sorloth como pareja de ataque. El Alavés intentó tener la posesión del balón, y presionó bastante arriba la salida de su rival. De hecho, en una de esas, Parejo dio un mal pase en su zona defensiva, y el guardameta Jorgensen, con el balón en las manos y en lugar de dar un patadón, reculó atrás por la presión alavesista, y la pegó fatal desde el suelo.

UN SAMU MUY ACTIVO

Mientras, el colegiado Gil Manzano puso muy alto el listón de las tarjetas amarillas y en la primera parte mostró seis, tres para cada equipo. La primera de ellas llegó muy temprana, y fue para el exalavesista Pedraza en el minuto 9 de juego.

El Alavés estaba muy bien posicionado, todo lo contrario que el Villarreal. Es más, Samu, muy bien jugando de espaldas en la primera parte, le ganó la posición al central Cuenca y a punto estuvo de marcar el primero de la tarde.

El delantero albiazul estuvo muy activo y tuvo otras tres ocasiones en los primeros 45 minutos. La primera se le fue arriba tras recortar y disparar, en la segunda marcó pero el colegiado lo anuló por falta previa al central Cuenca al golpear con su pie en el tobillo del defensa, y en la tercera fue protagonista con buen control de espaldas y pase atrás para que Guevara disparase arriba desde la frontal del área.

Luis Rioja también se animó en el tramo final de la primera parte, pero Jorgensen paró su disparo con los pies. El Villarreal se estiró en los últimos minutos, pero la estadística quedó 0/6 en disparos a favor del Alavés.

LOS GOLES

Sin embargo, ese gran partido que estaba haciendo el Alavés no dio sus frutos en clave de gol hasta la segunda parte. Y pronto además. A los tres minutos de la reanudación, Guridi le dio un excelente pase al hueco a Samu Omorodion, que no perdonó ante Jorgensen y se la coló entre las piernas.

El daño ya estaba hecho, lo que pasa que, como se suele decir en términos bélicos, el acorazado llamado Glorioso no terminó de hundir al submarino amarillo. Este salió a flote y tuvo su recompensa gracias al VAR, quien en el minuto 65 señaló un penalti a favor de los locales por mano dentro del área cuando en las imágenes de televisión no se veía muy claro si era dentro o encima de la línea del área. Gerard Moreno no perdonó y puso el 1-1 en el marcador.

No tardó en responder el Alavés por mediación de Luis Rioja. Samu tampoco había dicho la última palabra antes de ser sustituído, pero su velocidad y desparpajo no tuvieron recompensa. Gorosabel lo intentó en el 85, con un centro-chut que a punto estuvo de sorprender a todos y Sorloth envió el balón al palo.

Luis García Plaza aprovechó el último suspiro del encuentro para hacer sus últimos tres cambios y el balón terminó dentro del área alavesista, pero ambos equipos se repartieron los puntos y deberán seguir peleando para salir un poco más a flote.