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JOPUNTUA

Aberria ala Petronor-Repsol


Presidió el Euskadi Buru Batzar a primeros de siglo, sustituyendo a Xabier Arzallus, que lo había sido todo en el partido. Así que su abertzalismo se le supone. Las puertas giratorias le fueron propicias y llegó a ser «capo di capi» de la petrolera Petronor-Repsol en la que percibe jugosas retribuciones, que algunos sitúan por encima de los cuatro millones de euros anuales, que no está nada mal.

A Josu Jon no le gustó el impuesto temporal a las energéticas, recurrió ante la Audiencia Nacional y va por ahí de farol diciendo que van a ganar. No se trata de un gravamen sobre el resultado de la actividad industrial, sino que repercute, únicamente, los beneficios extraordinarios, caídos del cielo como consecuencia de la guerra de Ucrania y de otros fenómenos ajenos, lo que podría llamarse el maná. Su cabreo inicial ha ido dando paso a una estrategia, en la que explícitamente amenaza con no invertir en esa patria que tanto ama si no le dan la razón en el recurso. Están podridos de pasta y tributan proporcionalmente mucho menos que cualquier currito, pero se permiten el lujo de amenazar: o me bajan los impuestos o me llevo el chiringo con todas las subvenciones recibidas y me voy a contaminar a otra parte, que para chulo-chulo mi pirulo. Es prueba irrefutable de ese abertzalismo que le llevó a presidir el partido jeltzale. En este viaje va acompañado por sus colegas de la banca, también recurrentes contra su impuesto. Esta pobre gente se está forrando con la subida de los tipos de interés, por el sencillo método de no pagar por los depósitos de los ahorradores y cobrar altos intereses a aquellos a quienes prestan nuestros ahorros no retribuidos. Algo muy parecido a la usura. Además, alardean de sus beneficios, pensando que el pequeño ahorrador apostará a caballo ganador. Récord de ganancias, pero de impuestos, ni hablar.

Esta semana, Netanyahu ha explicado que la Biblia les ordena el genocidio y la matanza indiscriminada de niños y ciudadanos y ciudadanas inermes e inocentes. Los asesinan por designio divino ¡La fe, la fe, la fe!