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La OTAN suspende la aplicación del tratado de control de armas convencionales tras la retirada definitiva de Rusia


Los 31 aliados de la OTAN suspenderán la aplicación del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) a causa de la salida definitiva de Rusia del mismo. «Sería insostenible una situación en la que los Estados parte aliados acataran el Tratado y Rusia no lo hiciera», señaló el Consejo del Atlántico Norte. «La retirada de Rusia es la última de una serie de acciones que socavan sistemáticamente la seguridad euroatlántica», añadió.

Rusia abandonó ayer de forma definitiva el Tratado, en el marco de su progresiva desvinculación de acuerdos internacionales, acelerada a raíz del inicio de la ofensiva militar sobre Ucrania.

El Ministerio de Exteriores ruso confirmó que este documento, que Moscú ya había dejado en suspenso en 2007 y que denunció el pasado mayo, «es ahora historia». «Teniendo en cuenta la responsabilidad directa de los países de la OTAN al incitar al conflicto en Ucrania, así como la adhesión de Finlandia a la Alianza y el estudio de una solicitud similar por parte de Suecia, hasta la conservación formal del FACE se ha vuelto inaceptable desde el punto de vista de la seguridad de Rusia», explicó. Moscú «deja abierta la puerta al diálogo» para favorecer el control de armas convencionales en Europa, pero cree que son los Gobiernos occidentales quienes prefieren conservar un bloque antirruso.

El FACE se concibió en la etapa final de la Guerra Fría para eliminar la ventaja cuantitativa de la URSS en aquel momento en armas convencionales en Europa, equiparando las capacidades entre el bloque de la OTAN y los países del Pacto de Varsovia.

Sin embargo, las autoridades rusas acusaron a la Alianza Atlántica de saltarse los compromisos.