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CONFERENCIA ANUAL DE SINN FÉIN

Sinn Féin, preparado para liderar el cambio del norte al sur de Irlanda

Bajo el lema «Time for Change», más de mil delegados y delegadas de Sinn Féin se reunieron en Athlone ante un año clave para los republicanos. La formación ya debería gobernar en el norte si no fuera por el bloqueo unionista, mientras que en el sur es la primera opción para liderar el Gobierno, en lo que podría ser la mayor sacudida política en el Estado desde su fundación.

McDonald y O’Neil, ayer en la conferencia de Sinn Féin en Athlone. (SINN FÉIN)

Miembros de Sinn Féin de los 32 condados de Irlanda se han reunido este fin de semana en Athlone, en el corazón del país, para celebrar el Ard Fheis o conferencia anual del partido, donde la formación se ha proyectado como un Gobierno a la espera. El liderazgo en el norte ya está a su alcance, mientras que en el sur las encuestas sitúan a Sinn Féin a cierta distancia del resto en los próximos comicios, que deben celebrarse en la primavera de 2025, aunque el primer ministro, Leo Varadkar, ya ha deslizado que podrían celebrarse el año que viene por estas fechas. Antes de eso, su objetivo es triunfar en las elecciones locales y europeas que se celebrarán en el próximo verano.

«Este es un momento de cambio generacional, de una nueva Irlanda», señaló en su discurso presidencial Mary Lou McDonald, que aspira al puesto de taoiseach (primera ministra). Sucesora del histórico Gerry Adams al frente del partido, McDonald logró una victoria histórica e inesperada en el sur en 2020, superando el techo de Sinn Féin y acabando con el viejo sistema bipartidista de Fine Gael y Fianna Fáil que ha prevalecido durante casi un siglo. Además de remover el tablero político, el magnífico resultado del partido catapultó una coalición de derechas entre ambas formaciones, rivales desde la Guerra Civil (1922-1923), y que contó con el apoyo de los Verdes.

Desde entonces, Sinn Féin ha ganado un creciente respaldo, especialmente entre los votantes más jóvenes, muchos de los cuales se sienten desconectados de los partidos tradicionales del establishment debido a la crisis de la vivienda y el coste de la vida.

De esta manera, Sinn Féin ha presentado programa con un fuerte enfoque socialdemócrata y posibilista, resaltando iniciativas como la construcción pública de vivienda, la mejora de la atención sanitaria o una política fiscal más redistributiva en un país donde impera un modelo económico de baja fiscalidad para las multinacionales. «Vamos a llevar a cabo el mayor programa de vivienda de la historia del Estado», prometió McDonald en un discurso que se retransmitió a su vez por RTÉ, la corporación de radiodifusión pública irlandesa.

La ardua tarea de convertir la popularidad actual en resultados electorales que le permitan gobernar es el desafío de Sinn Féin de cara a los próximos comicios. En la cuenta atrás para las elecciones, las últimas encuestas sitúan el nivel de apoyo de Sinn Féin en el 34%, mientras que Fine Gael y Fianna Fáil están prácticamente empatados en el 21%. Todo ello indica que los republicanos podrían lograr una mayoría operativa en el Dáil (Parlamento irlandés). «Un nuevo Gobierno sin Fine Gael ni Fianna Fáil por primera vez en cien años. Imagínenselo», remarcó McDonald. Sinn Féin quiere gobernar en solitario, aunque en el partido republicano son conscientes de que es probable que necesiten tejer alianzas para formar Gobierno.

LA SOMBRA DEL BREXIT

La relevancia de militantes en la dirección es una de los cimientos de Sinn Féin, como se evidencia en cada Ard Fheis, donde se votaron 190 mociones sobre políticas feministas, neutralidad o el idioma irlandés, pero también su lealtad a un liderazgo encabezado por McDonald en el sur y la vicepresidenta, Michelle O'Neill, en el norte, artífice también de ampliar el atractivo de Sinn Féin a parte del electorado antes inalcanzable, pero sin dar la espalda a la vieja guardia.

Las elecciones a la Asamblea de Belfast del año pasado llevaron a Sinn Féin a convertirse en el partido más votado, y los resultados de los comicios locales de mayo lo afianzaron como la formación con mayor respaldo. Estos logros reflejan el anhelo de los ciudadanos por el retorno de las instituciones norirlandesas, suspendidas desde 2022 por la negativa de los unionistas del DUP a respaldar a la formación liderada por O'Neill, quien aún no ha sido designada como primera ministra.

El veto del DUP, inmerso en una crisis estratégica y demográfica -los católicos ya son más que los protestantes en el norte-, supone un punto de presión para demandar la eliminación del protocolo para el norte de Irlanda firmado por el Ejecutivo británico y la Unión Europea tras el Brexit. En ese sentido, O'Neill destacó el viernes durante su discurso que la paciencia de los ciudadanos ante la «parálisis» de las instituciones norirlandesas de poder compartido instauradas con el Acuerdo de Viernes Santo se ha agotado y el «boicot» del DUP debe terminar.

¿Y LA UNIDAD DE IRLANDA?

Si Sinn Féin logra gobernar tanto en el norte como en el sur de Irlanda, la unidad de la isla será un proyecto factible a corto-medio plazo. La convocatoria de un referéndum no ocupa, por el momento, un lugar central en la política irlandesa, pero todo el espectro político sabe que es inevitable y son cada vez más voces las que piden una consulta.

McDonald definió el Acuerdo de Viernes Santo, del que se cumplen 25 años, como testimonio de que «incluso el más intratable de los conflictos puede resolverse». «Aquella generación escribió el capítulo de la paz, ahora nuestra generación debe escribir el capítulo de la unidad», subrayó la presidenta de Sinn Féin.

En ese marco, instó al Gobierno irlandés a planificar un «cambio constitucional democrático» mediante la creación de una asamblea de ciudadanos sobre la unidad. «Se acerca el día en que todos los habitantes de esta isla podrán expresar su opinión en referendos», sentenció.



Otegi y Junqueras, en Athlone

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, defendieron ayer el derecho de Catalunya y Euskal Herria a lograr la independencia a través de un referéndum durante una intervención en el congreso anual de Sinn Féin, al término de la cual fueron saludados en el estrado por su presidenta, Mary Lou McDonald, y vicepresidenta, Michelle O'Neill.

Otegi, que también mantuvo una reunión con Gerry Adams, señaló que «todos sabemos aquí que las luchas de liberación son duras, difíciles, pero vamos hacia adelante y nuestro proceso político sigue en marcha», para a continuación añadir que «se ha terminado la dispersión» de los presos políticos vascos. «Ahora tienen que terminarse las medidas de excepción y que Euskal Herria conozca un futuro sin presos políticos», agregó. «Este proceso político debe servir para abrir el debate sobre la cuestión nacional. El Estado español debe aceptar que es un Estado plurinacional», remarcó.

Por su parte, Junqueras citó los casos de Canadá, Montenegro y Quebec, donde la Justicia determinó que se debe convocar una consulta «cuando la sociedad lo pide de manera democrática y pacíficamente». «Catalunya quiere lo mismo. Queremos lo que se puede hacer en Canadá y Quebec, en Irlanda y en Reino Unido, y en la UE y en Montenegro», subrayó. I.A.