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Tentación ultraliberal de los propietarios de la pampa argentina en el voto del domingo

El empresario lechero Máximo Russ, en su explotación en Junín. (Luis ROBAYO | AFP)

Los propietarios del sector agrícola argentino plantean su tradicional desconfianza hacia el Estado y los impuestos con la tentación ultraliberal como «mal menor» ante las presidenciales del domingo.

Aunque la cosecha del próximo año pinta bien, tras la sequía de 2022-2023, la peor en un siglo, el campo vota por Milei «porque está cansado de años de políticas agresivas hacia el mundo agrícola», de impuestos, cuotas de exportación y controles de cambio, considera Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina.

«Llevamos años votando no por el que más nos gusta, sino por el menos malo», se queja Pablo Cicaré, comerciante de ganado. No oculta su rechazo a las «políticas populistas» y el hecho de que quiere «poder exportar libremente».

La tensión entre el mundo agrícola y el Estado «es estructural, independiente del color del Gobierno», explica Roy Hora, historiador político. Aunque los gobiernos peronistas, garantes declarados del Estado de bienestar, son los que más han irritado al sector agrícola, que aporta el 10% al PIB, más del 25% indirectamente, y ha sido el sostén en tiempos de dificultades. Ante la perspectiva de una cosecha prometedora en 2024, los propietarios temen verse nuevamente «exprimidos» para equilibrar las cuentas de un Estado que consideran «derrochador».

«Mi candidato era Bullrich, pero mi única opción ahora es Milei -explica el productor lechero Máximo Russ- Estoy de acuerdo con sus ideas de abrir la economía y reducir el déficit presupuestario. Y no tener relaciones con regímenes comunistas».

«Los productores son generalmente de derechas, pero demográficamente y, por lo tanto, electoralmente, el mundo agrícola no tiene peso», matiza Hora, quien recuerda que e 92% de los 46 millones de argentinos viven en centros urbanos, donde, aun así, el hartazgo por la inflación también impulsa a Milei.