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INVESTIDURA DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO ESPAÑOL

Sánchez defiende la amnistía y dice ser un «muro» ante la ultraderecha

La investidura de Pedro Sánchez arrancó con una defensa los acuerdos con el soberanismo y, específicamente, la Ley de Amnistía en un contexto muy crispado por la derecha. Vox abandonó la Cámara para protestar en la calle. El candidato trató de rebajar tensión y mostró sintonía con Sumar. ERC y Junts tuvieron discursos críticos. EH Bildu y PNV intervendrán hoy.

Sánchez no pudo evitar la carcajada ante la afirmación de Feijóo de que no es presidente «porque no quiere». (Gustavo VALIENTE | Europa PRESS)

El líder del PSOE defendió en la primera sesión de investidura los acuerdos con el soberanismo y la Ley de Amnistía, largamente madurados desde el 23 de julio. El ya casi presidente subió al escaño en medio de una cerrada ovación de su grupo, puesto en pie, que intentaba subrayar la unidad del PSOE frente a los cantos de sirena de la derecha.

Sánchez fijó desde el principio su intención de quitar hierro a una sesión a la que las derechas intentan dar alto voltaje. Así, arrancó reconociendo el «derecho a manifestarse» contra la Ley de Amnistía, siempre que sea «de forma pacífica», pero marcando a la vez que será presidente en cumplimiento de la legalidad y gracias a la mayoría conseguida.

Abordó la amnistía en la parte final del discurso, encuadrándola en una continuidad histórica: «En la discordia no puede haber prosperidad. Lo hicieron nuestros abuelos y debemos hacer lo mismo, para apostar por un futuro de reconciliación y de concordia».

Tras esta introducción, el candidato abogó por «hablar claro: Hay que reconocer que en Catalunya hay muchas personas que creen que estarían mejor siendo independientes».

«Nosotros creemos en la unidad, pero ¿cómo conseguirla? Puede intentarse por la vía de imposición o por la vía del entendimiento y del perdón», aseguró el presidente en funciones. La frase fue un error, en tanto que no gustó a Junts que se hablara de «perdón», pues de ahí se infiere que ellos hicieron algo malo.

Entrando en anuncios, Pedro Sánchez destacó ocho compromisos pactados con Sumar, que se traducirán en medidas concretas como transporte gratuito para jóvenes y personas desempleadas, en coordinación con autonomías y ayuntamientos.

También encajan aquí la extensión de la rebaja del IVA a los alimentos, el impulso a la reducción de las listas de espera vía acuerdos con las autonomías que las gestionan o un plan por la salud mental «para que haya nadie que necesite ayuda sicológica y no pueda tenerla». Anticipó también más recursos para situaciones de dependencia e impulso a las pensiones, esto último muy en genérico.

«Los ricos, lo siento, pero tienen que pagar más impuestos de los que pagan ahora», remarcó en este bloque.

En materia de igualdad, prometió una Ley de Representación Paritaria para «romper los techos de cristal». Y en paralelo, más permisos de maternidad y paternidad, así como una reforma del Estatuto de los Trabajadores para facilitar la conciliación.

ADVERTENCIAS DE ERC Y JUNTS

El diputado de ERC, Gabriel Rufián, arrancó enumerando las veces que representes del PP han alertado de que «España se rompe», desde la legalización del PCE a la oficialidad del catalán en el Congreso.

Así, se dirigió a Alberto Núñez Feijóo para explicar que «la única cosa que comparten votantes del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG es frenarles a ustedes». Lo cual, apostilló, «no habla muy bien de Pedro Sánchez».

«Sabemos que la diferencia entre que usted escuche a García-Page o que escuche a Zapatero depende de la fuerza que tengamos para obligarle a que escuche al segundo y no al primero», advirtió a Sánchez, antes de recordarle que «no tiene alternativas» y rememorando lo que le ocurrió a Ciudadanos.

Más miradas centró la intervención de la diputada de Junts per Catalunya Míriam Nogueras después de que se filtrara el «malestar» de la formación por esa alusión al «perdón» en el discurso de Sánchez. Pero, finalmente, quedó el enfado en susto y el candidato contará hoy con los votos de Junts que son imprescindibles. «Un consejo: con nosotros no trate de tentar a la suerte. El suyo no ha sido un discurso valiente», le reprochó en una intervención íntegra en catalán, aclarando que «era la oportunidad de respetar el marco» que habían acordado.

Nogueras añadió que su formación tendrá la mirada puesta en dos puntos del acuerdo: el reconocimiento nacional de Catalunya y la ampliación de los derechos del autogobierno, con una mención directa a «la gestión del 100% de los impuestos que se recaudan en Catalunya».

LA DERECHA, TREMENDISTA

Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, inició su intervención defendiendo las movilizaciones contra la Ley de Amnistía y hablando de una supuesta «injerencia rusa». Aseguró que la investidura se realizará a través de un ejercicio de «corrupción política», hablando de «pactos vergonzantes».

«Mientras usted siga en la escena política España estará condenada a la división». «A usted la historia no le amnistiará», vaticinó.

En alusión a EH Bildu -que interviene mañana, antes que los jeltzales-, habló de un «pacto encapuchado». También se dirigió al PNV, incidiendo en que «lo que les diferencia a ustedes de la época de Ibarretxe es que al menos él tenía un plan».

En su respuesta, Sánchez acusó a Feijóo de ser «un falso moderado». En su opinión, el líder del PP «presume de moderado, pero es el dirigente de la derecha que ha ido más lejos con la ultraderecha».

El dardo tuvo contrarréplica, pues Feijóo subió de nuevo al estrado para afirmar que «Abascal demuestra más altura de miras que usted».

El líder de Vox habló de «golpe de Estado», afirmando que el Congreso no puede aprobar una Ley de Amnistía que, a su parecer, no tiene cabida en la Constitución española

Durante su intervención, Abascal acusó a Sánchez de «liquidar la convivencia pacífica y de tratar de subvertir el orden constitucional y de preparar un golpe».

Fue tan bronco el tono que, a petición del PSOE, la presidenta, Francina Armengol, se avino a eliminar estas expresiones del diario de sesiones. Y esta fue la excusa para que todo el grupo de Vox abandonara el pleno, gesto que aprovecharon para sumarse a las manifestaciones.

DÍAZ, EN CLAVE DE COALICIÓN

«Con la amnistía gana la democracia, con el acuerdo ganamos la posibilidad de que Cataluña sea también una solución para el conjunto de España», afirmó la líder de Sumar, Yolanda Díaz, que subrayó en su discurso los puntos de encuentro con el PSOE, con quien formará coalición.

Díaz citó diferencias con el PSOE sobre prestaciones concretas y en política internacional, donde reclamó mayor valentía para apoyar a Palestina.