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Mikeldi de Honor a la «resistencia en la sombra» de Rita Azevedo

Zinebi reconocerá a la directora de cine consagrada Rita Azevedo Gomes con el Mikeldi de Honor, tras más de tres décadas de carrera en el mundo del séptimo arte. La cineasta portuguesa recogerá el galardón en el acto de clausura de la 65ª edición Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje que tendrá lugar hoy en el Teatro Arriaga de Bilbo.

La cineasta portuguesa Rita Azevedo, ayer en Bilbo. (Oskar MATXIN | FOKU)

La cineasta portuguesa Rita Azevedo Gomes recibirá hoy el Mikeldi de Honor con el que el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbo premia las más de tres décadas de trayectoria de esta creadora.

Recogerá el galardón en el acto de clausura del festival, que tendrá lugar en el Teatro Arriaga. Azevedo compareció ayer ante los medios, acompañada por el concejal de Cultura y Gobernanza de Bilbo, Gonzalo Olabarria, y la directora de Zinebi, Vanesa Fernández Guerra.

Gonzalo Olabarria recordó que el Mikeldi de Honor es un premio que suele darse a directores consagrados, como lo es la propia Azevedo, y que debería servir para que el público se fijara en la obra más desconocida de la artista portuguesa.

Vanesa Fernández, por su parte, reivindicó el trabajo «ejemplar» de la homenajeada, a la que se refirió como «una de las cineastas portuguesas contemporáneas más importantes». Asimismo, invitó a ver la ópera prima de Azevedo, la película “O Som da Terra a Tremer”, que ofrecieron durante la tarde de ayer en el Auditorio del Museo Guggenheim.

A partir de “O Som da Terra e Tremer”, a la que siguen otras películas de medio y largo metraje proyectadas y aclamadas en festivales internacionales -Venecia, Berlín...-, sin embargo, no fue hasta 2016 cuando su cine se dio a conocer ante el público estatal, con el estreno de “La venganza de una mujer”, ejemplar adaptación de “Las diabólicas”, de Barbey d’Aurebilly, y en 2017 con “Correspondencias”, una obra de arte total que la consolidó como una de las grandes directoras europeas.

Más tarde llegarían las obras “La portuguesa” (2019), que se alzó con el premio a la mejor película internacional en el Festival de Las Palmas, y “Danzas macabras, esqueletos y otras fantasías” (2020), su última película, codirigida con Pierre Léon y Jean-Louis Schefer.

La cineasta se mostró emocionada ayer en Bilbo con el reconocimiento y cofesó haberse cuestionado si lo merece. Y es que aseguró ser incapaz de valorar su obra y definirla como buena o mala: «Cuando veo mis películas, no soy capaz de valorarlas». Además, explicó que ve fallos a las películas cuando las vuelve a ver, incluso en el caso de su ópera prima, que tardó unos siete u ocho años en completar.

«RELIGIOSA» DEL ARTE

Azevedo se refirió al arte como «su religión» y al cine como aquello que le «hace sentir viva». Considera que el arte es aquello que humaniza a las personas y que el humano se convirtió en tal el día en el que pintó el primer trazo en una pared.

Se mostró orgullosa de «haber resistido todos estos años en la sombra», ya que cree que trabajar en el mundo del cine es fundamentalmente una cuestión de resistencia, de aguantar épocas mejores y otras peores. Como ejemplo, explicó que se encuentra trabajando en dos proyectos, sin tener la certeza de si podrá llevarlos a cabo.

Para Azevedo, el cine crea relaciones de afecto sin las cuales no es capaz de entender el séptimo arte. «El rodaje es una hoguera de almas, de personas», aseguró. Asimismo, explicó que si bien sus películas siguen una misma línea, le gusta hacer siempre «algo diferente».

La directora de cine portuguesa agradeció el premio y aseguró que este tipo de reconocimientos y eventos son los que empujan a ir a por lo siguiente.