La voracidad del Eibar y los errores del Levante dejan los puntos en Ipurua

El equipo armero se reencuentra con triunfo, alejando a un rival directo que se adelantó al aprovechar un error de Arbilla cuando peor lo estaba pasando. El Levante lo compensó facilitando la remontada de un rival incansable en la búsqueda del gol.

Otra noche feliz en Ipurua. El Eibar se reencuentra con la victoria a la primera, ante un rival directo al que aventaja ahora en seis puntos y con un buen partido, en el que su único borrón fue el error de Arbilla que posibilitó al Levante adelantarse en el marcador. El equipo granota lo compensó facilitando la remontada armera en tres acciones igualmente desafortunadas pero sería injusto argumentar con los regalos la victoria de un Eibar que lo mereció por juego y por voracidad ofensiva.

Empezó vivísimo el partido, con intercambio de golpes que pronto fue acaparando el Eibar, más intenso y preciso que un rival al que tampoco le favoreció la prematura marcha de Vezo por una lesión muscular. Los azulgrana se fueron creciendo conforme pasaba el tiempo hasta encerrando a un Levante agobiado.

Cuando peor lo estaba pasando, Andrés Fernández envió un balón largo ante el que no estuvo fino Cristian y que Arbilla cabeceó hacia Luca, flojo y sin ver que Dani Gómez venía disparado para llevarse la pelota y picar ante el portero local, anotando el 0-1.

Necesitó unos minutos el Eibar para rearmarse pero tras un par de avisos muy serios abortados por un entonado Andrés, la recompensa llegó justo antes del descanso, gracias a una mano totalmente innecesaria de Álex Valle que permitió a Corpas empatar desde los once metros.

El Levante se hizo con el balón a la vuelta de vestuarios pero, como había pasado en el primer tiempo, el gol lo marcó el que peor, sin excesos, lo estaba pasando. Cristian estuvo listo para aprovechar un error de Capa y su centro, magnífico, se convirtió en el 2-1 con cabezazo de Stoichkov. Se vinieron arriba los eibarreses y aunque el Levante aguantó el tirón unos minutos, en Ipurua nadie dudaba de que los puntos se quedaban allí. Empezando por el propio equipo, que utilizó todos su recursos, y son pocos, para aumentar su renta. Otro error grosero de Valle y Postigo lo aprovechó Stoichkov para hacerse con el balón y taconearlo para que Bautista anotara el definitivo y muy celebrado 3-1.