Una crónica colorida del realismo social británico

En este su debut cinematográfico, Charlotte Regan, conocida por su dirección en cortometrajes de contenido social, nos brinda un notable largo que destacó en el prestigioso festival de Sundance. Situada en Essex, esta historia conmovedora centra su interés en una preadolescente que enfrenta la pérdida de su madre y la soledad impuesta por los servicios sociales. En este contexto, adquiere una especial relevancia la presencia constante de la camiseta del Aston Villa de Birmingham, la prenda distintiva de la protagonista de tan solo 12 años y que ha sido interpretada de manera sobresaliente por la debutante Lola Campbell. La narrativa cobra vida en uno de esos hogares de protección oficial que han dejado una huella indeleble en la historia del cine británico. Regan teje la trama con ternura y empatía hacia aquellos considerados perdedores, infundiendo humanidad en cada fotograma. La luz de la juventud airada se proyecta en un paisaje reminiscente de los trabajos de Leigh y Loach, donde incluso entre los desfavorecidos siempre hay un destello de dulzura, personificado en un entrañable amigo de la protagonista.

“Scrapper”, fiel a su estilo británico, logra salvarse de los excesos coloristas que se insinúan a través de grafismos y testimonios ante la cámara. Su trama sigue la fórmula clásica de la reconexión entre un padre irresponsable y una hija precoz, no pretende reinventar el género del realismo social británico.

Sin embargo, destaca al infundirle una estética juvenil, una paleta de colores pastel y toques de humor flemático, aportando frescura y vitalidad a un conjunto que podría caer en la monotonía. En definitiva, “Scrapper” se distingue no por reinventar la rueda, sino por darle un giro refrescante y contemporáneo a una historia clásica que ya hemos visto infinidad de veces.