GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Te lo cuento


Coincidencias espaciotemporales colocaron el final de la serie de TVE “Cuéntame” con la muerte de Eduardo Ladrón de Guevara, uno de sus guionistas creadores. Se empezó a emitir durante el primer mandato de Aznar como presidente que, además, llegó a insinuar que fue una idea suya, asunto que ha ido atravesando el análisis de lo que de verdad se contaba en una serie que quiso convertirse en un documento ficcionado de la transición del franquismo a esto que, hoy, es difícil calificar porque acabamos de recibir un mensaje convocándonos a que el próximo día 8 nos juntemos frente a las catedrales, iglesias o ermitas de nuestros pueblos para rezar un rosario. Los motivos son variopintos, pero todos huelen a tardofranquismo o a neofascismo. Es decir, lo que no se cuenta en la serie de TVE.

Te lo cuento yo. En esa serie se contaron de manera edulcorada unos tiempos confusos. Para quienes éramos ya entonces ciudadanos activos, lo que se narraba nos sonaba a mentira piadosa con los franquistas. Incluso una manera de contribuir a la legitimización de esa transición cuestionable y todo lo que ello acabó produciendo en los órdenes políticos, judiciales, policiales y económicos. Era, fue, es, por lo tanto, una serie acrítica, una narración que intentó el imposible de ser neutral, centrada, lo que nos llevó a algunos a calificarla de serie muy conservadora, lo que se puede traducir como encubridora de muchas de las aristas que tuvo ese periodo histórico, sin un ápice de cuestionamiento de casi nada. Desgraciadamente, en ciertos ámbitos sociales creen que esa es la verdad.