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EUROLIGA

Puestos a perder contra el Maccabi, mejor haber perdido por incomparecencia

Los gasteiztarras pelearon hasta los últimos minutos del partido sin gente de Belgrado, pero la desigualdad en la pintura acabó pesando demasiado.

Sedekerskis libró una pelea desigual en la pintura. (SASKI BASKONIA)

Si la Euroliga no aplicase la hipocresía como política de actuación, el Maccabi de Tel Aviv no estaría jugando la Euroliga, como tampoco están los equipos rusos. De hecho, jugar a puerta cerrada en Belgrado es casi una «gracia» de la competición a la negativa de los clubes de irse a jugar a Tel Aviv, porque la organización que hoy dirige Dejan Bodiroga al parecer no veía mal alguno en el genocidio israelí en Gaza, aunque atendió a las «peticiones de seguridad» de la mayoría de los clubes.

Por eso, nada sienta peor que tener que jugar por decreto con el Maccabi; de hecho, sienta peor incluso que perder. Puestos a ello, bien podría haber sido por incomparecencia, pero no fue así.

Simplemente, los de Oded Kattash llegaron más enteros a los minutos finales, y gracias a su dominio en el rebote -50 a 35- y al gran partido de varios de sus interiores, como James Webb III -17 puntos y 8 rebotes-, Josh Nebo -17 tantos y 11 rechaces- o Roman Sorkin -14 puntos y 7 capturas-, superaron a un Baskonia al que le faltó imponerse en la pintura y cuando se agotó Markus Howard, ya no tuvo más argumentos en ataque.

HOMBRO CON HOMBRO

Desentrenados de jugar sin público, el arranque baskonista fue gélido, con Tadas Sedekerskis como único jugador del Baskonia mínimamente avispado. El Maccabi, sin hacer nada del otro mundo, pudo ir abriendo brecha hasta un preocupante 14-7, con la peor noticia de que las dos rápidas faltas del capitán baskonista.

La defensa gasteiztarra no terminaba de arrancar y se vivía del talento de Howard y Marinkovic, y del trabajo de Sedekerskis. Solo así se pasó de caer 41-30 a llegar al descanso ganando por 47-49.

Este hombro con hombro duró hasta el último asalto. Howard y Marinkovic ponían los puntos, Chiozza y Miller-McIntyre las asistencias, pero el rebote era macabeo, y con los rebotes, tiros fáciles o tiros libres. Pelearon los de Ivanovic, pero la diferencia en la pintura acabó siendo una zanja infranqueable y una derrota al casillero gasteiztarra.

Después de este tropiezo, Saski Baskonia sale del Top 6 de la Euroliga en beneficio del propio Maccabi, como buen niño mimado de una competición donde la calidad algunas veces hace sombra a su absoluta falta de moral.