Ucrania ataca a la flota rusa en Crimea tras una victoria rusa en el Donbass

Un día después de que las tropas rusas se hicieran con el control de Marinka, en el Donbass, Ucrania afirmó haber asestado un duro golpe a la flota rusa del mar Negro al alcanzar con misiles a uno de sus grandes buques de guerra, el Novocherkassk, que habría resultado hundido, según Kiev, y dañado, según Moscú, en la península de Crimea.

La fuerza aérea ucraniana dijo ayer haber destruido un navío de la flota rusa en el mar Negro, el Novocherkassk, que servía, según Kiev, para transportar drones explosivos iraníes utilizados por Rusia en su guerra en Ucrania. La operación perpetrada por la aviación ucraniana fue la respuesta a la toma el lunes por parte de las tropas rusas del bastión de Marinka, la mayor victoria rusa en el Donbass desde mayo pasado. Seún Kiev, el buque resultó hundido, mientras que Moscú aseguró que solo había sufrido daños.

El Novocherkassk, un buque de desembarco de 112 metros de eslora, ya fue alcanzado a inicio de la guerra, aunque solo resultó dañado en un ataque que dejó tres muertos. Esta vez, «sigue al buque insignia de la flota del mar Negro de la Federación Rusa, el Moskva, que fue hundido en abril de 2022», escribió en Telegram el comandante de la Fuerza Aérea, teniente general Mikola Oleschuk. Precisó que sobre las 02.30, hora local, la aviación táctica «atacó con misiles de crucero» dicho buque «en la región de Feodosia», en el este de la península de Crimea.

Su portavoz, Yuri Ignat, explicó en Radio Libertad que la «gran explosión» en el buque se debió a que portaba munición y otros equipos militares, sin precisar si se trataba de drones iraníes.

El secretario británico de Defensa, Grant Shapps, resaltó en la red social X que «en los últimos cuatro meses el 20% de la flota rusa del mar Negro ha sido destruida».

EL KREMLIN RECONOCE DAÑOS

Al contrario que otras veces, Moscú no negó el ataque, aunque solo reconoció que el barco había sufrido «daños», a lo que añadió un saldo de un muerto y dos heridos.

El buque resultó dañado al «repeler un ataque de las Fuerzas Armadas ucranianas con misiles guiados», informó el Ministerio de Defensa. Destacó que, durante la «batalla aérea, los sistemas de defensa antiaérea rusos destruyeron dos aviones tácticos enemigos Su-24», lo que Kiev negó.

Ucrania destruyó otro gran buque de desembarco ruso, el Saratov, el 24 de marzo de 2022 en el puerto de Berdiansk (mar de Azov), ataque en el que quedó dañado el Novocherkassk.

El último gran golpe a la flota del mar Negro de Rusia se produjo el pasado septiembre, cuando Kiev atacó también con misiles de crucero el puerto crimeo de Sebastopol, donde resultaron dañados otro buque de desembarco y un submarino que estaban en reparación en un astillero.

Los ataques y sabotajes con misiles y drones aéreos y acuáticos han alejado a la Armada rusa de las cosas ucranianas y le ha obligado a retirar a varios de sus buques de sus bases en Crimea.

TOMA DE MARINKA

Las malas noticias que el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, le llevó ayer al presidente, Vladimir Putin, difieren de las que le comunicó el lunes, cuando le anunció la toma de Marinka, localidad situada a escasos kilómetros de la capital homónima de la región de Donetsk. Kiev confirmó la pérdida de Marinka.

Moscú espera que esta gran victoria allane el camino para poder estrechar el cerco en torno a Avdivka, ciudad de la misma región principal objetivo de la actual ofensiva rusa, que comenzó en octubre.

Además, las tropas rusas han logrado avances discretos en la región de Jarkov, en un intento de acercarse a Kupiansk, ciudad de la que las que se vieron obligadas a retirarse en septiembre de 2022.

Shoigu dio por abortada la contraofensiva ucraniana que comenzó en junio gracias a «la creación de un sistema eficaz de fortificaciones, la alta capacidad combativa de todas las unidades, y a la fiabilidad y efectividad del equipamiento bélico ruso», y aseguró que el Ejército ruso avanza en todos los sectores del frente.