Piden exculpar a Etxeberri y Molle por la «acción legítima» de Luhuso

Jean-Noel «Txetx» Etxeberri y Béatrice Molle serán juzgados los días 2 y 3 de abril en el Tribunal Correccional de París por una acción con la que «se consiguió superar el bloqueo y acelerar el proceso de paz». Ambos asumirán como «legítima y necesaria» la operación destinada a neutralizar una parte del arsenal de ETA llevada a cabo el 16 de diciembre de 2016.

Jean-Noel Txetx Etxeberri y Béatrice Molle asumirán ante el Tribunal Correccional de París que les juzgará los próximos 2 y 3 de abril el acto para favorecer el desarme de ETA en el que tomaron parte el 16 de diciembre de 2016 en la localidad labortana de Luhuso.

«Sabía que era ilegal, pero también que actuaba por el bien del país, por lo que el acto era legítimo», explicó Béatrice Molle en la rueda de prensa organizada por Bake Bidea y Artesanos por la Paz en Baiona. Por su parte, Etxeberri hizo mención a los acontecimientos ocurridos tras esa acción de Luhuso, que les costó su arresto por la Policía francesa y, tras recobrar la libertad, una espera de siete años hasta el juicio que, tras varios retrasos, llegará la próxima primavera.

Citó así la Jornada de Desarme del 8 de abril de 2017, la apertura de un espacio de diálogo sobre la política penitenciaria con el Ministerio de Justicia francés, en otoño del mismo año, y, finalmente, el anuncio de la desaparición de ETA, hecho público el 3 de mayo de 2018 en Ginebra, como hitos principales para defender que «la acción que llevamos a cabo permitió una aceleración en el tiempo y hoy, todos sabemos que este país está en una situación mejor».

Por su parte, la presidenta de Bake Bidea, Anaiz Funosas, destacó que el proceso de París debe servir para dar nuevo impulso a las tareas pendientes en la construcción de la convivencia, y remarcó la calidad y diversidad de los apoyos recibidos con vistas a la puesta en marcha de una campaña para «pedir la absolución definitiva de Txetx y Béatrice». «Si tuviéramos que volver a hacerlo, lo haríamos», insistió Funosas, antes de abogar por renovar los consensos que permitieron salir entonces del impasse para «abrir a futuro una nueva página en Euskal Herria».

PRIMEROS FIRMANTES

Jean-Daniel Elixeri, en nombre de Artesanos por la Paz, fue el encargado de leer los nombres de los cien primeros firmantes de la declaración de solidaridad con los dos procesados.

En esa lista figuran personalidades tan destacadas como el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern; el expresidente de Sinn Féin Gerry Adams; el exministro sudafricano y miembro de la Comisión Internacional de Verificación Ronnie Kasrils; el expresidente de gobierno de Ciudad de México Cuauhtemoc Cárdenas; Olivier Faure, actual secretario general del Partido Socialista francés; la exministra de Justicia Christianne Taubira; el filósofo Edgar Morin; dos lehendakaris ya retirados, Juan Jose Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea, y uno más en activo, Jean-René Etchegaray; o Mathias Fekl, exministro de Interior francés en funciones el 8 de abril de 2017, cuando en la capital labortana se proclamó que ETA era ya una organización desarmada.

A través de la página web de Bake Bidea se podrá firmar la declaración y también apoyar económicamente la campaña, que se estrenará este fin de semana en la fiesta anual de Laborantza Ganbara, en Ainhize-Monjolose, y que, ya durante el juicio, se plasmará con movilizaciones, el 3 de abril en distintas localidades vascas.

También se prevé que durante la vista judicial se produzcan actos de solidaridad en París, aunque sus impulsores darán a conocer los detalles más adelante.

LA ACCIÓN Y LOS AUSENTES

Tanto los procesados como los representantes de Artesanos por la Paz y Bake Bidea aludieron, en diferentes momentos de la comparecencia, a lo ocurrido aquel 16 de diciembre de 2016 en Luhuso, concretamente en la casa de Béatrice Molle-Haran y de su marido, ya fallecido, el exdirigente jeltzale Ximun Haran.

Ese día, además de los dos encausados, otras tres personalidades reconocidas y posteriormente fallecidas -quien fuera fundador del sindicato agrario ELB, Mixel Berhokoirigoin, el empresario vinícola Michel Bergouignan y el presidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos, Michel Tubiana- secundaron una acción destinada a poner fuera de funcionamiento «una decena de armas y una caja de explosivos», y que fue filmada por un cámara que finalmente quedó fuera del sumario.

La Policía gala procedió al arresto de los activistas de Luhuso que, sin embargo, tuvieron tiempo de avisar de la acción, que pudo ser inmediatamente mediatizada.

De hecho, en la documentación entregada a los medios de comunicación figura el documento en que los participantes en la acción de Luhuso explican su sentido y aclaran «no guardar ningún tipo de subordinación respecto a ETA».

En la rueda de prensa, se aportó a los periodistas un completo informe en el que figuran además las cartas que intercambiaron los participantes en la iniciativa de Luhuso para acelerar el desarme y la organización ETA.

La primera misiva, con fecha de 3 de octubre de 2016, está firmada por Michel Tubiana, Mixel Berhokoirigoin y Txetx Etxeberri, y explicita a ETA la voluntad de «participar en acciones concretas para llevar a buen fin el proceso de desarme». El 19 de octubre, ETA responde a la carta agradeciendo la predisposición de los activistas, aceptando globalmente su propuesta y exponiendo que en «caso de que (ustedes) dispongan de los medios necesarios para su concreción y estén dispuestos a llevar adelante el procedimiento deberemos definir el método que permita su realización». El siguiente intercambio, ya en noviembre, está destinado a concretar la acción, en el caso de los miembros de la sociedad civil, y a dar cuenta de las tareas desarrolladas para encauzar el desarme, en el caso de ETA.

LA INACCIÓN DE LOS ESTADOS

«No hicimos sino asumir nuestras responsabilidades en vista que los Estados no lo hacían pese que, tras cinco años desde Aiete, la voluntad de ETA de desarmarse estaba probada», explicó, al respecto, Etxeberri, recordando que, en su afán por dificultar «que se cumpliera la voluntad de una mayoría social y política» del país, los Estados llegaron «al paroxismo de perseguir a mediadores internacionales».

Con todo, rememoró Funosas, bajo el impulso de la sociedad civil «se llegó al hito del desarme» y el 3 de mayo de 2018, en Ginebra, y un día después en la Conferencia de Arriaga (Kanbo), ETA puso fin definitivo a medio siglo de accionar político-militar.

«Entre todos hicimos frente al inmovilismo, pero queda mucho por hacer todavía para lograr una paz justa y duradera que, huyendo del revanchismo, reconozca a todas las víctimas, facilite el retorno de las personas que siguen presas o en el exilio, sin olvidar el deber de memoria», dejaron patente, por otra parte, los participantes en la rueda de prensa.

Los dos encausados, Béatrice Molle y Txetx Etxeberri, redundaron en esa idea al afirmar que «una simple y clara exculpación en el juicio que se celebrará en abril en París sería la mejor muestra de voluntad para que Euskal Herria pueda escribir una nueva página en su Historia».