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LA TIERRA PROMETIDA

Un relato implacable acorde a un entorno agreste


Nikolaj Arcel, conocido por su anterior colaboración con Mads Mikkelsen en “La reina infiel” (2012) y su controvertida adaptación de “La Torre Oscura” (2017), regresa a la pantalla grande con una nueva propuesta inspirada en la novela de Ida Jessen, “Captain and Ann Barbara” (2020), la cual gira en torno a un episodio real protagonizado por el cruel Frederik De Schinkel y dos fuertes personajes femeninos, Ann Barbara (interpretada por Amanda Collin) y Edel Helene (Kristine Kujath Thorp). La trama se desarrolla en una época marcada por mandatos sociales rígidos, donde los personajes luchan contra destinos trágicos e inevitables dentro de un contexto feroz.

DIFERENCIAS DE CLASE

“La tierra prometida” está narrada con rigor e inteligencia, aborda diversas problemáticas sociales, como las diferencias de clase, el racismo, la explotación laboral y el abuso sexual, sin caer en la trampa de la moralización excesiva. Lo que destaca en ella es la sobresaliente actuación de Mads Mikkelsen, respaldado por un elenco muy sólido.

La solvencia del guion y la firmeza en la narrativa contribuyen a mantener la atención del espectador durante las más de dos horas de duración. La belleza de las imágenes en pantalla ancha, cortesía del director de fotografía Rasmus Videbæk, añade un toque visual notable a este western nórdico. La trama sigue a Ludvig von Kahlen, un bastardo, un hombre de origen humilde que logra ascender a capitán gracias a su carrera militar.

Su propuesta utópica de cultivar patatas en un páramo árido despierta escepticismo, pero su personaje orgulloso y ambicioso se atrincera en su estoicismo, integridad, obstinación y perseverancia. Un personaje que hubiera sido muy reconocible en la filmografía del realizador alemán Werner Herzog.