Assange juega su última carta jurídica para evitar su extradición a EEUU

El abogado de Julian Assange manifestó ayer que el fundador de WikiLeaks no puede ser entregado a Estados Unidos debido a que «los delitos que le imputa son de carácter político», lo que violaría el Tratado de extradición británico-estadounidense de 2003.

El abogado Edward Fitzgerald sostuvo ante el Tribunal Superior de Londres que entregarle supondría «un abuso de proceso», además de una violación de sus derechos a un juicio justo y a la libertad de expresión, entre otros.

Dos magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Londres examinarán durante dos días la decisión de la justicia británica que el 6 de junio denegó a Assange el derecho a recurrir su entrega a Estados Unidos que lo quiere juzgar por haber filtrado desde 2010 más de 700.000 documentos confidenciales sobre actividades militares y diplomáticas estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán. En caso de ser extraditado, podría ser condenado a una pena de hasta 175 años de prisión.

«Mi cliente está siendo procesado por realizar una práctica periodística ordinaria de obtener y publicar información clasificada, una información verdadera y de interés público evidente e importante», afirmó Fitzgerald.

Antes del inicio del juicio, un grupo de apoyo al fundador de WikiLeaks se manifestó frente al tribunal para pedir su excarcelación. «Julian necesita ser liberado y todos necesitamos la verdad», exclamó su esposa, Stella Assange, a las puertas del Tribunal.

Assange lleva cuatro años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh. La semana pasada, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, criticó el prolongado proceso, mientras que el Parlamento de ese país aprobó una moción apoyada por Albanese que pide el fin del enjuiciamiento.