Con alma de jazz

Esta joya de la factoría Pixar tiene como protagonista a un profesor afroamericano de música en un instituto, cuya pasión por el jazz choca con la falta de talento de sus alumnos. Cuando se le ofrece la oportunidad de unirse como pianista a la banda de una renombrada saxofonista en el icónico club de jazz Half Note en Nueva York, se debate entre seguir su sueño musical o aceptar un trabajo más estable como maestro titular, presionado por su madre. Sin embargo, un giro inesperado ocurre cuando un accidente envía a Joe a “El Gran Antes”, un lugar entre la vida y la muerte, donde conoce a 22, un alma desencantada con la vida humana. Este encuentro da inicio a una serie de enredos que los lleva a ambos a través de diferentes estilos de animación: uno más realista para las escenas en Nueva York y otro más etéreo cuando están en el mundo de las almas. La maestría visual de Pixar es evidente, con una estética impresionante que cautiva al espectador.

UN PLACER PARA LOS SENTIDOS

Aunque la identificación con los personajes puede ser un poco más difícil que en otras películas de la compañía dirigidas a un público más joven, el viaje propuesto es un verdadero placer para los sentidos. Además, la música desempeña un papel destacado, combinando una banda sonora climática con toques new-age de Trent Reznor y Atticus Ross (integrante de Nine Inch Nails) con hermosas melodías de jazz a cargo de Jon Batiste. Este aspecto musical añade una capa extra de profundidad y emoción a la película, elevando aún más la experiencia cinematográfica. “Soul” no solo es un logro visual y musical impresionante, sino también una exploración conmovedora de la pasión, los sueños y la búsqueda de significado en la vida. Una experiencia que vale la pena disfrutar en toda su grandeza, especialmente en pantalla gigante.