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OSASUNA

Un cuadro rojillo ordenado y efectivo suma un nuevo punto en Gran Canaria

El conjunto navarro maniató el juego dinámico y ofensivo de Las Palmas y se adelantó al comienzo de la segunda parte con un gran empalme de Unai García (m.49). Sin embargo, la alegría apenas duró tres minutos, tras empatar Kirian con otra volea (m.52).

Unai García regresa a su campo tras anotar un golazo. (AGENCIA LOF)

Osasuna sigue sin ganar fuera de casa, pero la escuadra navarra ya lleva varias jornadas dejando en sus últimas visitas una imagen y un rendimiento más acordes a lo que fue la campaña pasada. Reeditó similares sensaciones en el estadio de Gran Canaria, donde se mostró como un bloque solidario que, exceptuando el primer cuarto de hora y alguna que otra breve fase del resto del partido, maniató el juego dinámico y ofensivo que caracteriza a Las Palmas.

Por poner un debe, fue una auténtica pena que, después de ponerse por delante en el marcador con un gol que Unai García recordará toda su vida, esa exigua ventaja durase apenas tres minutos. A buen seguro que, con el marcador a favor, el rival hubiese dejado más espacios para aprovecharlos por un equipo que, pese a saltar con cinco atrás, supo encontrar profundidad en los laterales, aunque faltase más precisión en el remate.

No obstante, hay que destacar cómo los pupilos de Jagoba Arrasate fueron domando el envite hasta atraerlo hacia sus intereses, yendo de menos a más tras el inicio espitoso de los anfitriones y la intervención de un VAR que llamó a capilla a Munuera Montero para analizar una salida un tanto desmedida de Herrera a los pies de Marvin -el trencilla impuso su criterio-, pero no fue tan quisquilloso con una dura entrada de Coco al tobillo de Raúl en un intento de remate del delantero osasunista y que bien pudo señalarse como penalti.

DOS GOLES SEGUIDOS

Pese a ese posterior control sobre lo que ocurría en el césped y a que hubo acercamientos por ambas partes, lo cierto es que no hubo especial trabajo para los porteros, lo que da una idea de lo desafinada que estuvo la puntería en ambas escuadras. Una peinada de Sergi Cardona (m.10) y un defectuoso remate de Raúl (m.39) resultó lo más reseñable de una primera parte con más control que acierto.

Una eficacia que se la guardaron los dos equipos para el inicio del segundo periodo, tramo en el que se produjeron dos goles en apenas tres minutos. Avisó primero Aimar con un toque con la punta de la bota que desvió in extremis los reflejos de Valles (m.48), en lo que fue el preámbulo del sobresaliente gol anotado por Unai García.

Mojica llevó su profundidad hasta el límite de la línea de gol para sacarse un bonito centro -y recibir al mismo tiempo la tarascada de Álex Suárez- que enganchó con toda su alma el central de Eskirotz (m.49) para perforar las mallas visitantes mientras al cancerbero local solo le quedó la opción de hacer la estatua.

ALEGRÍA EFÍMERA

La alegría resultó efímera. Prácticamente en el lance siguiente, una acometida local por la izquierda acabó con el despeje de la zaga navarra, un rechace que recogió Kirian llegando desde atrás y sin oposición para colocar con otro empalme pegado a la base del poste (m.52).

Los goles derivaron en un encuentro más abierto, en el que tanto Osasuna como Las Palmas intentaron llegar con más criterio a los dominios del oponente. Paradójicamente, los movimientos en el banquillo que debieron traer esa dosis de oxígeno para que el envite no decayese provocaron justo lo contrario. Sin caer en el conformismo, sí que el duelo bajó en pulsaciones, a la par que las llegadas.

Eso sí, la oportunidad más clara cayó del lado rojillo. Ya en el tiempo de descuento, un nuevo saque de esquina -a balón parado fue cómo más peligro llevó el cuadro navarro- permitió a Pablo Ibáñez tocar el esférico sin dejarlo caer, marchándose por muy poco por encima del travesaño.