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CICLISMO

Jorgenson se estrena en una grande y Vingegaard confirma su gran inicio

El ciclista de Visma, en cuyo palmarés figuraba hasta ahora el Tour de Omán, se pegó a Evenepoel para hacerse con la París Niza, y el danés se llevó la Tirreno-Adriático, corroborando su momento de forma.

Jorgenson, feliz con su primera París Niza. (Thomas SAMSON | AFP)

Matteo Jorgenson (Visma) logró el que hasta ahora es el mayor logro de su palmarés, la 82ª edición de la París Niza, superando a los principales favoritos Primoz Roglic (Bora) y Remco Evenepoel (Soudal). Precisamente no despegarse de la rueda de este último es lo que le posibilitó el triunfo final al estadounidense.

Puño en alto, cruzó la meta de la capital de la Riviera, por detrás del flamenco, quien tuvo que conformarse con la etapa y un segundo puesto en la general que, a buen seguro, no le satisfizo. Fue la cuarta victoria de la temporada para el líder del Soudal, quien fue incapaz de soltar a su incómodo compañero de una fuga que se fraguó en el ascenso a la Cota de Peille -6,5 kms. al 6,9%- al tercer intento de Evenepoel, que arrastró a Jorgenson y Vlasov (Bora), quien pasó primero por la cima.

El ruso acabó cediendo en la posterior subida al Col des Quatre-Chemins -3,8 kms. al 8,1%-, un ascenso explosivo en el que el flamenco ni siquiera atacó, bien porque ya no le quedaron fuerzas, bien porque fue consciente de la dificultad de la empresa, con el grupo de Roglic y el exlíder McNulty a más de dos minutos de distancia.

Sea como fuere, hubo pacto de caballeros en el reparto de la gloria para que Evenepoel se hiciese con el triunfo parcial y el gigantón de 1,90 que militó cuatro temporadas en Movistar sucediese a Pogacar en la historia de la carrera francesa. El gran animador de la jornada fue Victor Campenaerts (Lotto), quien atacó casi al inicio de la prueba, llevándose a Pithie (Groupama) y a Johan Jacobs (Movistar), a los que abandonó en la Cota de Levens -6,1 kms. al 5,8%-. Acabó siendo absorbido por un nutrido grupo perseguidor con Ion Izagirre y Pello Bilbao en él.

MILAN, AL SPRINT

Jonatan Milan (Lidl-Trek) fue el más poderoso en la última etapa de la Tirreno-Adriático, con 154 kilómetros e inicio y final en San Benedetto del Tronto, donde no hubo ningún tipo de sorpresas y Jonas Vingegaard (Visma) se hizo con el triunfo en la general, confirmando su superioridad y gran comienzo de la temporada.

En un sprint en el que se rozó con Jasper Philipsen (Alpecin), el corredor transalpino hizo gala de su golpe de riñón para echar por tierra la buena estrategia del Uno-X, de la que poco pudo aprovecharse Alexander Kristoff. El esfuerzo titánico del de Tolmezzo le permitió cerrar una brillante Tirreno-Adriático, con dos etapas, un gran rendimiento para un ciclista local.

Después de ser segundo en 2022, Vingegaard conquistó su primer Tridente tras las exhibiciones que realizó en las dos etapas precedentes, donde dejó buena muestra, no solo de su potencia, sino también de su capacidad estratégica, con ataques únicos e implacables en momentos claves, a los que ni Juan Ayuso (UAE), ni Jay Hindley (Bora) pudieron responder.

Alessandro De Marchi (Jayco), Antonio Tiberi y Damiano Caruso (Bahrain), Georg Steinhauser y Ben Healy (EF), además de Luke Rowe (Ineos) conformaron la fuga del día, llegando a disponer de una ventaja de hasta 1:52 sobre el pelotón, pero los intereses de las escuadras con sprinters terminaron por echarla abajo a 13 kilométros para el final.