El Gobierno portugués toma posesión con un frágil apoyo que evita a la ultraderecha

El nuevo Gobierno de derechas de Portugal de Luis Montenegro y sus 17 ministros tomó posesión con un margen de maniobra tan limitado como su mayoría parlamentaria, atrapado entre los socialistas salientes y una extrema derecha en rápido crecimiento.

Montenegro decidió formar un Gobierno en minoría para cumplir su promesa de no buscar el apoyo del partido ultraderechista Chega (Basta), que reforzada como tercera fuerza política al pasar de 12 a 50 diputados con el 18,1% de los votos.

El presidente de Chega, André Ventura, se declaró dispuesto a discutir un acuerdo gubernamental, amenazando con obstaculizarlo si Montenegro se niega a iniciar conversaciones en este sentido.

«Este Gobierno está aquí para gobernar los cuatro años y medio de legislatura», aseguró el nuevo primer ministro, apelando al sentido de responsabilidad de toda la oposición, y del PS en particular, al que tendrá que recurrir.

En su equipo, ha colocado a líderes políticos experimentados, pero no en puestos clave de gobierno. El próximo obstáculo en el camino de Montenegro será la presentación en el Parlamento de su programa de gobierno, la próxima semana. Su rechazo implicaría la caída del Ejecutivo, pero este escenario ya ha sido descartado por el nuevo jefe de los socialistas, Pedro Nuno Santos, que advirtió que no será «un cheque en blanco».