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Críticas a otra actuación policial contra los manteros, que Aburto defiende

La última actuación de la Policía Municipal de Bilbo y Ertzaintza contra manteros ocurrida el pasado jueves fue calificada ayer por EH Bildu de «desproporcionada», y de «racista» por el sindicato LAB, mientras el alcalde Juan Mari Aburto sostuvo que los agentes debían «defender la legalidad y el comercio local», aunque reconoció la vulnerabilidad de los vendedores perseguidos.

Policías municipales y ertzainas tratan de frenar la protesta de los vendedores ambulantes. (GARA)

La actuación realizada el jueves a la tarde por la Policía Municipal de Bilbo contra los vendedores ambulantes que habitualmente pueblan el centro del Botxo ha generado un gran revuelo en la capital vizcaina al no ser la primera vez que se produce, así como por la respuesta de muchos ciudadanos amparando a los manteros. Ese apoyo tiene reflejo en que el operativo se saldó con cuatro personas identificadas por defender a los jóvenes migrantes africanos. Colectivos sociales critican la continua persecución hacia quienes tienen en esta actividad su modo de subsistencia.

Mientras EH Bildu mostró su preocupación por la «desproporcionada» intervención policial y LAB pidió que se deje de «perseguir y violentar» a esas personas vulnerables, el alcalde reconoció que esos migrantes «intentan ganarse la vida de la mejor forma que pueden», pero sostuvo que los agentes deben «defender la legalidad y el comercio local».

Lo cierto es que la tensión vivida en plena Gran Vía a raíz de la incautación de camisetas, bufandas y banderas no oficiales del Athletic a las puertas de la final copera de Sevilla, la reacción de los vendedores y la respuesta policial enviando a decenas de agentes, entre ellos efectivos de la unidad canina, sorprendió a los transeúntes que observaron los enfrentamientos entre ambas partes y generó muestras de solidaridad hacia los perseguidos.

El sindicato LAB, que alertó de que esta actuación no es «un caso aislado», lamentó que el top-manta se haya convertido en «una estrategia de supervivencia de miles de personas migradas y racializadas a las que la Ley de Extranjería del Estado español niega el acceso a empleo en condiciones dignas y obliga a vivir en la economía sumergida».

Consideran «desmedidas» este tipo de actuaciones y critican «el racismo policial y la violencia institucional, que nada aportan al modelo de sociedad de derechos y acogida para todas las personas».

«SER MANTERO NO ES UN DELITO»

«Ser mantero no es un delito, las personas que ejercen la actividad mantera son trabajadoras», defendió LAB, para exigir que la Administración y las instituciones locales, «lejos de perseguirles y violentarles, les garanticen los derechos y oportunidades que merecen».

María del Río, portavoz de EH Bildu en el Consistorio bilbaino, no ocultó su preocupación por la «desproporcionada» actuación. «La respuesta a la venta ambulante no puede ser policial, suponiendo una situación de persecución a personas vulnerables a las que no se ofrece otra opción para su supervivencia», defendió.

Del Río estimó que estas intervenciones policiales «crean alarma y preocupación social, alejándose del modelo de Policía de cercanía que debe desarrollar la Policía Municipal».

El alcalde admitió en una entrevista en Radio Euskadi que «las personas que son vulnerables intentan ganarse la vida de la mejor forma que pueden», pero advirtió de que «la ciudadanía debe entender que la Policía tiene que estar defendiendo la legalidad».

«A veces, hay intereses contrapuestos y el comercio local debe ser también defendido. La Policía tiene que trabajar para defender la seguridad en los entornos urbanos», sostuvo Juan Mari Aburto.