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Israel se ensaña con los niños en Gaza y lanza a sus colonos en Cisjordania

Un grupo de niños que jugaba en un parque fue el objetivo de un dron israelí que mató a once personas en Maghazi. No son una excepción. Unicef estima que cada diez minutos Israel mata o deja herido a un niño palestino en Gaza. A la vez, en Cisjordania lanza a los colonos para expulsar a la población en ataques cada vez más frecuentes que han dejado siete muertos desde el viernes.

Varias mujeres lloran ante los cuerpos de varios familiares muertos en un ataque israelí. (AFP)

Entre los ataques que lanzó ayer Israel en el centro de la Franja de Gaza, mató a al menos once personas, la mayoría niños, en un mercado del campo de refugiados de Maghazi. Varios drones dispararon directamente contra un grupo de personas, entre ellas los niños que jugaban en un parque. No son una excepción.

Unicef denunció que cada diez minutos las bombas israelíes matan o hieren a un niño. «Sus cuerpos hechos añicos y sus vidas fracturadas son una prueba de la brutalidad impuesta», afirmó Tess Ingram, especialista en comunicaciones de la organización tras regresar de Gaza.

Ingram se mostró impactado por el abrumador número de menores cuyas vidas «han sido cambiadas para siempre por los horrores de la guerra» y, sobre todo, por la cantidad de niños heridos en los hospitales, en las calles y en refugios improvisados.

Los 13.800 niños muertos y 12.000 heridos recogidos en los balances oficiales son en realidad subestimaciones. Otros 19.000 han quedado huérfanos. Según ONU Mujeres, 6.000 de las 10.000 mujeres que se estima que ha matado Israel eran madres.

A la vez, las tropas israelíes están expulsando a palestinos desplazados de Beit Hanun y Yabalia, en el norte de Gaza, donde cientos de ellos fueron forzados a abandonar un colegio en el que se refugiaban como parte de una operación militar con excavadoras y tanques. El Ejército «exigió a todos que salieran a punta de pistola, forzando a los hombres a desnudarse y a las mujeres a quitarse el hiyab», denunciaron las autoridades. Varios jóvenes fueron arrestados en un centro de interrogatorios que los soldados abrieron junto a la escuela.

Este asedio se produce mientras continúan los ataques de artillería y bombardeos en los barrios norteños de Ciudad de Gaza.

POGROMOS EN AUMENTO

Al mismo tiempo, en Cisjordania, los ataques de soldados y colonos han dejado al menos siete muertos y catorce heridos de gravedad desde el viernes. Estos pogromos contra aldeas palestinas, habituales hace décadas, son cada vez más numerosos, amparados en la permisividad de las autoridades, y han aumentado a raíz de la muerte de un colono adolescente en un ataque cuya autoría no ha sido reclamada.

Los ataques se producen sobre todo en la zona de Nablus, donde los colonos actúan protegidos por militares israelíes les, disparan a los palestinos, queman viviendas y vehículos y los soldados se encargan de impedir a las ambulancias atender a los heridos.

Hamas llamó a activar y aumentar todas las formas de resistencia ante estos ataques, que definió como «una continuación de los crímenes fomentados por el Gobierno nazi de ocupación y sus líderes criminales».

Asimismo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos reclamó a Israel que restaure y garantice la seguridad en Cisjordania, y ponga fin al uso ilegal de la fuerza contra los palestinos por parte de las fuerzas de seguridad y a su participación activa y su apoyo a los ataques de los colonos.

Además, los colonos han apovechado para levantar dos nuevos asentamientos en el valle del Jordán y los alrededores de Hebrón, cerca de comunidades palestinas que han sido atacadas en repetidas ocasiones durante los últimos meses y que, advierte la ONU, están en riesgo inminente de ser expulsadas por la fuerza de sus hogares y sus tierras.

El Alto Comisionado ha añadido que Israel sigue imponiendo restricciones ilegales a la entrada y distribución de la ayuda humanitaria «y causando una destrucción generalizada de infraestructura civil».