18 AVR. 2024 Elecciones en Croacia: primer ministro contra presidente, con Ucrania de fondo Con la inflación más alta de la eurozona y denuncias de corrupción generalizada, Croacia votó ayer en una elección parlamentaria marcada por la encarnizada rivalidad entre el primer ministro Plenkovic y el presidente Milanovic. Los resultados, que se prevén muy reñidos, se leerán en clave de la postura del ganador ante la guerra en Ucrania. El primer ministro en ejercicio, Andrej Plenkovic, llegando a un mitin en Zagreb el pasado domingo. (AFP) GARA ZAGREB En la carrera por obtener la mayoría en el parlamento de 151 escaños de Croacia que se disputó ayer no estaban solo en juego las futuras políticas internas del país balcánico, sino también la unidad de la UE mientras lidia con la inestabilidad provocada por la guerra en Ucrania. Las encuestas sugerían que la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ) del primer ministro, Andrej Plenkovic, podría perder su mayoría frente a una coalición liderada por los socialdemócratas encabezada por el presidente, Zoran Milanovic, que no es oficialmente candidato. En vísperas de las elecciones parlamentarias europeas de junio y de la votación para la presidencia croata prevista para finales de este año, las elecciones presidenciales de ayer se consideran un indicador del clima político en el país, y se vaticina que Croacia ejercerá políticas más favorables a Rusia con Milanovic, como es el caso de Hungría y Eslovaquia. NEPOTISMO Y CORRUPCIÓN La contienda electoral ha sido denominada como una «batalla de King Kong contra Godzilla», entre los dos machos alfaque dominan la política croata, el episodio final de una encarnizada rivalidad. Con una discurso tóxico, donde en el mejor de los casos el primer ministro tildaba al presidente de «títere ruso» y este al primero de «farsante y chico de los recados de (la presidenta de la Comisión Europea) Von der Leyen», las apuestas están abiertas y solo coinciden en que ninguno de los dos obtendrá la mayoría. Muchos críticos ven cómo con Plenkovic el nepotismo ha aumentado; durante sus dos mandatos unos 30 ministros han abandonado el Gobierno por acusaciones de corrupción en casos que incluían un uso indebido en serie de fondos de la UE y pérdidas por parte de empresas públicas. Su reciente nombramiento como fiscal general del Estado del juez Ivan Turudic, afiliado a su partido, el HDZ, desató protestas callejeras. La decisión del presidente Milanovic de presentarse a las elecciones conmocionó al país, desató la guerra de palabras entre los dos rivales y convirtió una carrera predecible en un asunto mucho más reñido, a pesar de que el Tribunal Superior de Croacia le prohibiera postularse. Sin embargo, se ha negado a dejar de hacer campaña contra el HDZ y ha prometido que su coalición Ríos de Justicia, si sale victoriosa, librará una «lucha intransigente contra la corrupción» y aumentará los salarios y las pensiones. LA SOMBRA DE RUSIA El presidente, que ha dicho que dimitirá para convertirse en primer ministro si gana, se opone a una mayor ayuda para Ucrania, lo que genera temores de que Croacia pueda alinearse con los miembros de la UE más amigos de Moscú, como Hungría y Eslovaquia. Si el HDZ gana, el país continuará con un rumbo prooccidental en su lucha contra Rusia. Un éxito de Milanovic podría encaminarlo hacia la victoria en las europeas en junio y en las presidenciales en diciembre, terminando con el enorme dominio político del HDZ y potencialmente abriría más espacio prorruso. Milanovic, un político de izquierda anteriormente afiliado al Partido Socialdemócrata, se opone a la expansión de la OTAN, calificando la adhesión de Finlandia y Suecia como una «aventura muy peligrosa». Ha llamado a Occidente a considerar los intereses de seguridad de Rusia y se ha pronunciado en contra de la participación croata en el refuerzo del flanco oriental de la OTAN. VICTORIA DEL HDZLos sondeos a pie de urna daban una victoria clara al HDZ de Plenkovic, con 58 escaños. En segundo lugar situaban a ‘Ríos de justicia’, con 44 escaños, también insuficientes para gobernar sin pactos.