Rusia reabre el frente de Jarkov para crear una «zona de seguridad»

El Ejército ruso lanzó una nueva ofensiva terrestre en Jarkov, donde trató de romper las defensas ucranianas y crear una «zona de seguridad» para reducir los ataques lanzados desde allí contra la región rusa de Belgorod.

Rusia lanzó ayer una nueva ofensiva terrestre en la región de Jarkov, en el noreste de Ucrania, una zona que no había sido objetivo de tales ataques desde la retirada de las tropas del Kremlin de casi toda la región ante la contraofensiva ucraniana en el otoño de 2022. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se refirió a intensos combates en toda la línea del frente y afirmó que se había frenado la ofensiva con fuego de artillería. Ucrania había temido durante semanas un ataque en esta zona y también Rusia había hablado de una acción para reducir los ataques ucranianos hacia la región rusa de Belgorod.

El Estado Mayor ucraniano dio cuenta de cinco ataques terrestres cerca de las ciudades de Krasne, Morojovets y Oliinykove, en la frontera rusa, así como un poco más al este, cerca de Gatyshche y varios ataques aéreos en la ciudad de Vovchansk, de 3.000 habitantes. El Ministerio de Defensa ucraniano anunció que Moscú había intentado a las 05.00 horas romper las líneas de defensa utilizando vehículos blindados en el distrito fronterizo de Vovchansk. Aseguró que estos ataques habían sido rechazados, pero proseguían «combates de diversa intensidad» y Rusia siguió lanzando bombas aéreas contra las defensas ucranianas.

Según la Fiscalía local, al menos dos civiles murieron a causa de los ataques y otros cuatro resultaron heridos durante el día en Vovchansk, donde se ordenó la evacuación, mientras que otra persona murió durante un ataque en la ciudad de Cherkaski Tychky, al norte de Jarkov.

RECLUTAMIENTO DE 20.000 PRESOS

El Ejército ucraniano lucha debilitado por la falta de reclutas y los retrasos en la entrega de la ayuda occidental, que han vaciado notablemente sus reservas de municiones.

La Rada Suprema (Parlamento) aprobó el jueves una ley que permite a ciertas categorías de presos acelerar su salida de la cárcel si se alistan en las fuerzas armadas para paliar la falta de soldados. El Ministerio de Justicia estima que puede reclutar así entre 10.000 y 20.000 presos.

Además, Kiev ha suspendido los servicios consulares para todos los hombres en edad militar, de 18 a 60 años, con el fin de presionar a sus ciudadanos en el extranjero para que se incorporen al Ejército.

A finales de abril, Washington validó un paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares, pero aún llevará tiempo que esta ayuda se materialice.

Por el contrario, las fuerzas rusas registran ganancias territoriales limitadas, principalmente en el este. Ayer anunciaron la toma de la localidad de Novokalinovo, en Donetsk.