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Los socios de la OTAN buscan blindar una nueva ayuda millonaria a Ucrania

La OTAN comenzó ayer una cumbre en su 75 aniversario que busca exhibir en Washington el triunfo de una alianza más grande y fuerte, pero que estará empañada por la incertidumbre en torno a la guerra de Ucrania, aunque se espera acordar una ayuda de 40.000 millones a Kiev, y ante la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (i), y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ayer en Washington. (M. NGAN | AFP)

Los socios de la OTAN esperan acordar, en la cumbre que celebran en Washington desde ayer y hasta mañana, una ayuda financiera de 40.000 millones de euros anuales para Ucrania propuesta por su secretario general, Jens Stoltenberg, que confía en que esta cifra sea la referencia «mínima» para garantizar un apoyo «robusto »y a largo plazo que quiere que se revise y se amplíe de forma anual, ya que su aspiración incial de establecer un paquete de ayuda plurianual de 100.000 millones se rebajó notablemente.

La cumbre, la primera en la que participa Suecia como miembro de pleno derecho, arrancó con la conmemoración del 75 aniversario de la Alianza, y en ella Stoltenberg busca dejar su impronta con ese compromiso financiero ya que es su último encuentro con los socios como secretario general antes de pasar el testigo en octubre al ex primer ministro neerlandés Mark Rutte.

El anfitrión será el presidente estadounidense, Joe Biden, quien lucha por su supervivencia política tras un desastroso debate contra Donald Trump, quien lidera las encuestas y considera la OTAN una carga injusta para EEUU frente al resto de socios.

Consciente del escepticismo de Trump, el canciller sueco, Tobias Billstrom, declaró que la Alianza necesita seguir enfrentando a Rusia, pero Asia «también debe ser reconocida como parte de las preocupaciones y dolores de cabeza de la OTAN» para asegurarse el apoyo de EEUU. «El pueblo estadounidense está más preocupado por la amenaza que representa China que por Rusia, por razones obvias», dijo.

La cumbre discutirá también cómo abordar la adhesión de Ucrania a la OTAN. Kiev espera una invitación formal, pero varios países, entre ellos EEUU, se oponen a una declaración contundente. No obstante, podría obtener una promesa de adhesión «irreversible», siempre ligada al proceso de reformas institucionales que debe afrontar el país.

Una perspectiva que enfurece a Rusia. El Kremlin anunció ayer que seguirá con «la máxima atención» la cumbre.

China, por su parte, criticó las «calumnias» y «ataques» de la OTAN después de que Stoltenberg le acusara de «apoyar y permitir la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania» -junto a Corea del Norte e Irán-.

MÁS ATENCIÓN A LOS RETOS

Para cumplir con la estrategia de defensa de 360 grados de la OTAN, los socios del bloque militar prevén aprobar un nuevo plan para prestar más atención a los desafíos (olas migratorias, inestabilidad política), pero también a las «oportunidades» procedentes de los países de la vecindad sur de la Alianza, desde Oriente Medio al golfo de Guinea.

Para hacer frente a esos retos, se reafirmarán en su compromiso de llegar a un gasto militar de al menos un 2% de su PIB. Hasta 23 socios invierten ya esa cifra, mientras que hace diez años, cuanto se fijaron esa meta, eran solo tres.

Hoy, los aliados celebrarán una primera sesión de trabajo en la que esperan aprobar la declaración final de la cumbre, centrada en apuntalar un apoyo duradero a Ucrania, en el refuerzo de la política de disuasión y de defensa y en la profundización de las relaciones con los socios del Pacífico ante los desafíos que, a juicio de la Alianza, plantea China.

Mañana tendrá lugar un Consejo OTAN-Ucrania, en el que participará el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y una sesión con los socios del Pacífico (Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda) y la Unión Europea.