Héroes inesperados, estrellas emergentes y el ocaso de un astro
El adolescente Lamine Yamal acapara halagos y portadas, mientras el paso de Mbappé por el torneo tan solo será recordado por jugar con una máscara tras romperse la nariz. A su vez, actores secundarios como Dani Olmo y Ollie Watkins han sido decisivos con goles que han metido a España y a Inglaterra en la final.
Lamine Yamal ha dejado sin trono a Mbappé en la Eurocopa. Un imberbe y descarado adolescente anotó uno de los mejores goles del torneo y abrió las puertas de la final a la selección española. El jugador del Barcelona no para de recibir elogios tras batir el récord de Pelé y convertirse en el futbolista más precoz en anotar en un torneo internacional. Este sábado cumplirá 17 años y ya ha dejado su impronta en el mundo del fútbol.
Un chico con mucho desparpajo sobre el terreno de juego y orgulloso de sus raíces. Criado en Rocafonda, un barrio de la localidad catalana de Mataró, de padre marroquí y madre guineana. Lamine celebra los goles haciendo referencia al código postal en el que creció y que VOX calificó de «estercolero multicultural». Su padre fue condenado por lanzar huevos a una carpa de la formación ultraderechista.
Lamine Yamal es hijo de emigrantes como Nico Williams y se han erigido en las figuras ofensivas del que hasta ahora ha sido el mejor equipo del torneo. España ha ganado todos sus partidos y ha sabido hacer frente a cualquier tipo de adversario.
Así, lograba imponerse en semifinales a una Francia rácana en su juego. Deschamps se ha limitado a confiar en el talento y las condiciones atléticas de sus jugadores para sacar resultados. Los cuatro goles anotados en seis partidos son el ejemplo más evidente de la pobre actuación completada. Mbappé ha pasado desapercibido. Ha hecho un gol de penalti y tan solo se le recordará por la máscara que utilizó tras romperse la nariz. La temporada del flamante fichaje del Real Madrid ha dejado muchas sombras.
LOS SELECCIONADORES
Otros como Dani Olmo, en cambio, no han desperdiciado la oportunidad. Empezó el campeonato como suplente, pero se ha ganado un puesto en el equipo con una participación decisiva. Su entrada al campo en cuartos, en lugar del lesionado Pedri, fue determinante para que España doblegara a Alemania con gol y asistencia. Titular en las semifinales, fue el autor del gol de la victoria con un disparo que Koundé envió a las redes. Nacido en Terrassa, el jugador del Leipzig abandonó la cantera del Barça con 16 años para convertirse en profesional en Croacia con el Dinamo de Zagreb.
Otro niño prodigio del balón como Xavi Simons, y compañero de equipo de Dani Olmo, se ha quedado a un paso de alcanzar la gloria con Países Bajos. Tiene todavía 21 años y calidad de sobra. La selección del país de los tulipanes ha ofrecido un buen nivel, aunque se marcha enfadada con el VAR tras poner contra las cuerdas a Inglaterra. Ronald Koeman se quejaba del penalti que permitió empatar a Kane.
Criticado por la prensa, el técnico neerlandés ha conseguido hacer encajar las piezas para sacar partido de sus mejores jugadores. Y es que no es lo mismo dirigir a un club que a una selección. No hay tanto tiempo para generar automatismos y los egos de los jugadores pueden acabar en enfrentamientos. En eso ha acertado Luis de la Fuente. Sin hacer ruido, al estilo de Vicente del Bosque, ha formado un bloque solidario en defensa y ha sabido dar libertad al talento en ataque.
Algo similar a lo que ha tratado de hacer Southgate con Inglaterra. Es otro de los grandes protagonistas de las semifinales. El juego de su selección no convence, pero se la jugó sacando a Watkins en el tramo final del encuentro y el delantero del Aston Villa respondió metiendo a su equipo en la final.
La selección inglesa dispone de un potencial ofensivo impresionante, aunque no termina de sacarle provecho. Eso no quita que puede ganar a cualquiera como hizo con los chispazos de Bellingham y Kane contra Eslovaquia. En defensa de la candidatura de Inglaterra al título, hay que recalcar que tampoco ha perdido ningún partido y ha superado una eliminatoria en la tanda de penaltis. Un trauma que persigue a los ingleses en las competiciones internacionales desde hace años.