12 AOûT 2024 GAURKOA El tiempo pasa... Elias ANTON MURGIONDO Hay quien puede pensar que el tiempo es barato, que puede recuperarse y que tiene retorno, que sus aplicaciones pueden retrasarse sin perjuicio y los sucesos se reencuentran para solucionar los errores de la inhibición o la pereza. Estas cosas ocurren de forma constante y, por mucho que se intente justificar, conllevan perjuicios de responsabilidad y de complejos históricos, los cuales causan frustración en amplios sectores que añoran actividad progresiva y soluciones posibles a problemas que inciden en la convivencia y el respeto al mundo sufriente y reivindicativo. También el tiempo pasado, viejo y muerto resulta, cual espejo retrovisor, que sirve para corregir errores y superar contradicciones, pero todo ello a partir de inhibiciones o parálisis activa, donde ese tiempo desperdiciado influirá en la decepción del entorno o en la crítica ácida por la falta de argumentación acerca de las posibilidades necesarias para corregir imposiciones históricas. Hay un hecho que me produce dolor y que, desde mi punto de vista, requiere una actuación directa y firme para devolver la dignidad a Iruñea, desde un punto de vista democrático y de respeto a una población sufriente anclada en una memoria ruinosa que con el paso del tiempo va deslizándose entre contradicciones interesadas. El tiempo pasado se halla encuadernado en relatos históricos, unos verdaderos y otros falsificados, pero la realidad actual refleja decenas de años de imposición y glorificación que han dejado huella entre la población autóctona. Sí, me estoy refiriendo al monumento Los Caídos y al Ayuntamiento de Iruñea, y lo hago con preocupación, pues el tiempo va pasando y no observo movimientos firmes para resolver el actual debate (derribo o reutilización) que considero necesario, pues el tiempo de mayoría progresista concluye dentro de tres años, y aquí, el tiempo juega un papel fundamental. Mucho se está escribiendo sobre el tema y muchas son las excusas que se ofrecen como respuesta, donde los posicionamientos no están claros y se va dejando actuar al enemigo para su crecimiento y organización, con valoraciones políticas infantiles o decadentes. El olvido tiene esos fallos de responsabilidad, pues los asesinados y esclavizados ya no están, nos encontramos con sus nombres caminando por el Casco Viejo de Iruñea en las chapas de latón que se hallan en sus calles, frente a las puertas donde vivían y fueron sacados para ser fusilados y cuneteados por las fuerzas levantiscas y por las hordas requeté-falangistas, con las denuncias y colaboración de la Iglesia católica y sus adeptos; cuestión que se hizo extensiva a toda Nafarroa sin frente de guerra y con odio y crueldad genocidas. Estoy de acuerdo con el derribo, estoy de acuerdo con los grupos memorialistas que optan por el derribo y estoy de acuerdo, también, con Victor Moreno cuando defiende las emociones en respuesta a la consejera Ana Ollo, donde se alude a las emociones como si fueran un mal paso ante el convencimiento de una idea y como si la reflexión nada tuviera que ver con el deseo emocional del análisis encarcelado en el tiempo... Ese monumento fue promovido e ideado por Franco y los franquistas, igual que Cuelgamuros, para homenajear a los asesinos y genocidas que iniciaron el golpe militar contra la II República, para escarmentar a quienes pensaban en la democracia y deseaban convivir en paz y libertad. El resultado: centenas de miles de muertos y más de 40 años de dictadura militar y policial, libre de cargos y amnistiada por acuerdos de la vergüenza a través de una reforma monárquica pactada. Son cosas del tiempo, para los más jóvenes puede que no adquieran la importancia debida (por no haber sufrido las imposiciones del régimen golpista), pero para quienes contamos con bastantes años (seamos de uno u otro lado de la responsabilidad histórica) adquiere reacciones urgentes a partir de la oportunidad real para acabar con la imposición y la humillación que para la ciudadanía nafartarra supone el mamotreto homenajeador del asesinato y la impunidad del franquismo fascista. Para los herederos del golpe, el símbolo supone el regodeo sobre la victoria de Franco y sus aliados (Hitler y Mussolini... con la Legión Cóndor y la División Azul), lo cual les conduce a la «resignificación», ya que el edificio seguirá vivo para su gozo. Sin embargo, para quienes hemos sido humillados, perseguidos, torturados y encarcelados, con memoria y esperanza, el oscuro panteón produce asco y dolor, fruto de su intención creadora e imposición en el largo tiempo de la opresión impune. Por ello, la actuación requiere claridad y posicionamientos firmes, donde cada cual defina en qué lado está, dejando al margen titubeos y excusas que supongan el mantenimiento del oscuro y tétrico edificio. Los argumentos ofrecidos por personajes pretendidamente conservacionistas, alegando cualidades artísticas y urbanísticas, no aportan absolutamente nada en lo que se refiere al meollo de la cuestión, pues las cualidades desaparecen cuando la oscuridad y la sangre emergen desde sus malditos cimientos. El listado de asesinados y asesinos existe para comprender la gravedad histórica de las ejecuciones y sus responsables, donde socialistas del PSOE y sindicalistas de la UGT se llevaron la peor parte; también fueron ejecutados militantes de la CNT, nacionalistas vascos y trabajadores republicanos por la libertad. Hoy, sus herederos, las personas que gobiernan Nafarroa con acuerdos de progreso, tienen la inexcusable obligación de hacer desaparecer el monumento al asesinato y la glorificación de sus ejecutores. No se trata de revanchismo, se trata de ética y dignidad, pues el tiempo está pasando y su historia encarcelada requiere utilizar la memoria para «resignificar» las vivencias sufridas. Es hora de situar a la ultraderecha y sus herederos en el lugar que les corresponde, porque sus responsabilidades comienzan a ser castigadas con el decrecimiento y el rechazo mayoritario de la población. La oportunidad se encuentra en manos de quienes gobiernan Nafarroa e Iruñea, cuestión ineludible, pues el tiempo pasa... Gora herria! Euskal preso politiko eta iheslariak etxera! Las cualidades desaparecen cuando la oscuridad y la sangre emergen desde sus malditos cimientos